Seguidores

jueves, 15 de octubre de 2015

Tu y yo, somos

No nos prometamos nada eterno...
Vivamos este amor bohemio 
como lo hacen pocos,
así... como locos.
Y si se da una corta historia... 
sintamos cada punto, cada coma...
cada letra hasta el final.
                                      SM.


   En resumen: hay personas por la que perderías el tren por un solo beso. Y trenes en los que montarías por exactamente lo mismo. Y es precioso.
Y ahora ya no tengo dudas. No tengo remordimientos, ya no tengo sombras, no tengo pasado. Sólo tengo unas ganas enormes de seguir intentándolo contigo.
Porque debajo de la oscuridad, hay una pequeña luz que quiere resurgir de sus adentros.
   Entre nosotros todo fue tan espontáneo, tan natural, que a ninguno de los dos nos pareció nada raro que, de pronto, mi mano estuviera en su mano y que nos miráramos a los ojos como dos tontos. Aquellas tardes de invierno.
  Y así me siento, amada, siempre. Y nunca dudo ni por un momento de lo que él siente por mi. Porque merezco a alguien que siempre elija el asiento de al lado y que nunca tenga que presumir de lo afortunado que es, porque todos pueden verlo claramente en su rostro cuando me mira. Y yo lo he encontrado.
  Porque somos esas ganas incontrolables de sonreirnos en medio de una frase. Somos arrebatos de pasión y tortura, esos "yo te quito las ganas." Somos tormenta, pero sólo nosotros podemos calmarnos. Somos besos, abrazos, risas y llantos, pero que desprenden esa bocanada de felicidad por donde quiera que pasemos. 
Tu y yo, somos.
Somos: segunda persona del plural, presente del indicativo del verbo ser.


SM.


martes, 13 de octubre de 2015

Cásate conmigo

Cásate conmigo.
Vamos a pasar nuestras noches comiendo cereales en el suelo,
aún cuando tengamos una mesa perfecta detrás de nosotros.

Cásate conmigo.
Podemos ir a la sala de un cine y sentarnos en la última fila,
sólo para ver como los niños se enamoran por primera vez.

Cásate conmigo.
Vamos a pintar las habitaciones de nuestra casa
y pondremos más pintura sobre nosotros que en las paredes.

Cásate conmigo.
Podemos cogernos de las manos e ir a lugares que terminamos abandonando,
por ir a beber una botella de vino juntos en la bañera.

Cásate conmigo.
Y bailemos lentamente en nuestra habitación,
con una cama deshecha y velas alrededor.

Cásate conmigo.
Y enamórate de las mañanas frías y grises,
en las que podemos compartir secretos y sonrisas bajo las mantas.

Cásate conmigo.
Con mis celos y manías,
y la sonrisa que se te dibuja al decirme que estoy loca.


lunes, 12 de octubre de 2015

Como no he sabido querer a nadie

Y dime, ¿qué haría yo sin tu sonrisa que ilumina amaneceres?
Vivo deseando tenerte entre mis brazos 24/7,
y dejando que calmes mi huracán de labios.

Soy amante de las caricias de tu piel, y vivo enganchada a tus besos.
Esos lentos y eternos que me hacen perder el control.

Dime amor, ¿qué coño hago yo sin tu piel?
Te necesito para respirar y para ser consciente de mi vida.

Y me he dado cuenta de que soy yo la que tiene que parar los terremotos que se cuelan en tus piernas.

Te deseo, te pienso y te anhelo cada  segundo de mi larga existencia.

Te quiero, como no he sabido querer a nadie.

SM.

domingo, 11 de octubre de 2015

Para devolverte las ganas de amar

Hoy es día de escribirte, sí a ti. Tú que me lees en silencio, que me regalas tus lecturas nocturnas.
Tú que me has enseñado a andar encima de los clavos, tú que has apagado mis incendios.
Te debo mil y una disculpas,
                                                                                          [y quizás aún no sean suficientes]

Me convertí en tu peor pesadilla, y merezco el infierno.
Sin saber ni cómo ni porqué, dejé salir a mis diablos sin pensar si quiera en las consecuencias.

Y ahora... por mucho que lo intentes, sé que no estás, que te he perdido.
Yo,
estúpida, cobarde e idiota niña...
                                                                                        [que no supo valorarte lo suficiente]
se pierde en el intento de recuperar tus arañazos de media noche.

Y tonta de mi... que perdió al amor de su vida por una noche más.
No merezco tus abrazos, ni tus besos.
Pero no sé ni puedo vivir sin ellos.

"No me dejes" cuantas veces te lo habré repetido entre lágrimas...
Por culpa de una copa de más.
Y qué ilusa fui...

Perdóname, te vuelvo a repetir,
te vuelvo a rogar entre lágrimas.

Y quizás te canses de mis delirios, de mis insomnios,
de mi.

"No lo hagas"
Sólo quiero tocar cielo a tu lado.

Merezco todas tus duras palabras, sinceras y reales. Que destruyen cada vez que las pronuncias.

Hoy te escribo a ti, porque me muero de dolor. Porque me has concedido la suerte de saber qué es amar.
Y mira que me lo dijiste veces... no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. Y yo, que te he perdido desearía no haber vivido esa noche.
Haberte hecho caso de una puta vez,
y no haberte perdido.

Hoy te escribo, mi vida.
Para devolverte las ganas de amar.

SM.