Seguidores

domingo, 25 de marzo de 2018

I

Tengo miedo.

Miedo a mirarte algún día a los ojos,
y no verme reflejada en ellos.
Miedo a la caída,
al golpe,
al dolor.
Porque créeme, 
hacía ya bastante tiempo que no me sentía tan en las nubes.
Y si caigo, 
la caída va a ser jodidamente dolorosa.

Cómo no iba a engancharme de una sonrisa como la tuya,
cómo no iba a querer quedarme entre tus brazos para siempre.
Y eso que sé que tú no crees en los infinitos.

Míranos, 
tú que te prohibiste esto del amor.
Yo, 
que me prohibí engancharme de ti.

Míranos,
juntos,
un año después.

Sé que esto no va a ser para siempre,
que te irás,
que vendrán más, 
que no seré el amor de tu vida.
Porque te conozco y sé que este del futuro te da miedo.

Por eso mismo voy a aprovechar cada segundo contigo,
por si fuera el último,
aunque nunca lo sea.
Voy a mirarte cada día como la primera vez,
y voy a besarte,
como si mañana ya no estuvieras.

Lo siento,
no sé cómo hacerte entender
que eres tú,
y que parece que has sido tú siempre
aunque ninguno de los dos lo supiera.

No quiero promesas,
ni mierdas de esas,
quiero vivir cada segundo contigo al límite.
Sentir la adrenalina de tus besos,
el fuego que produce el roce de nuestra piel.

Y joder,
¿cómo no voy a quererte?
¿cómo no voy a estar enamorada de ti?
Si lo supe desde el primer día que te vi.

Joder amor,
¿cómo no voy a tener miedo
si eres lo mejor que me ha pasado en la vida?

Así que ven,
y dame amor,
como si hoy fuese el último día.
Aunque el último día nunca llegue.

SM.