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sábado, 3 de diciembre de 2016

Conocerte

Hay demasiadas cosas que aún tengo que conocer de ti.
Detalles,
como por ejemplo,
si eres de los que mira con nostalgia por la ventana del autobús,
o si eres de esos que analiza a cada persona que entra.
Si de vez en cuando, juegas a mi rompecabezas de intentar averiguar cuáles son las penas que acarrea cada cuerpo,
de dónde vendrán,
o si ellos también están enamorados,
o quien sabe si lo estarán algún día.
Puede que incluso acaben pillados de tu sonrisa,
pero esperemos que no,
porque yo quiero ser la ocupa de tus labios por mucho tiempo.

Me gustaría saber si también piensas en mí cada vez que suena alguna de nuestras canciones por la radio.
O si algún día podría ser yo el motivo por el cual tengas dos pies derechos,
y no puedas levantarte ninguna mañana con el izquierdo,
aunque yo ya conozco esa faceta tan tuya de levantarte refunfuñando cada mañana.
Hay tantas cosas que inundan mi cabeza,
que por un momento desearía poder escribirlas todas en una lista,
como quien escribe la lista de la compra.
Pero sé que eso no es posible,
porque si algo he conocido de ti,
es que tienes una letra inteligible.
Y que jamás te descubrirías tras tu máscara de corazón fuerte.

Pero algún día lo harás
porque no se puede besar con los labios cubiertos.
Al igual que no se puede querer a un corazón que está a oscuras.

Pero qué te voy a decir...
Con la de tías que se han roto la falda para poder rozar un mínimo de tu mejilla.
Qué te voy a decir si eres el caballero que aparece para convertir cada momento en fantasía.
Y luego,
vas y desapareces.
Tal y como dicta tu guión.
Porque eres un sueño,
y eso de anclarte a alguien nunca había sido de tu estilo.

Eres de los que ve la vida pasar,
sentado en la barra del bar,
pero nunca con la copa vacía.

Quiero conocerte,
más incluso de lo que ya te conozco.
Quiero saber de ti,
y que una noche cualquiera,
tirados en el sofá,
y con unas cuantas copas de más,
sonriamos al recordar como empezó todo.
Y le demos la razón a todos los que nos avisaron de que lo que empieza jugando siempre acaba gustando.

Y quien sabe, quizás la próxima vez que te vea sea capaz de mirarte a los ojos y robarte un te quiero,
con las mejillas sonrosadas,
echándole la culpa al alcohol,
y a esos sentimientos que tengo a flor de piel cada vez que me rozas.
Sin querer,
Y que yo, queriendo,
decida acercarme un poco más.

Te mentiría si te dijera que no me da miedo enamorarme,
pero te mentiría también si no te dijera que te comería a besos,
todos y cada uno de los días.

Me engancho a la idea de pensar que algún día,
estarás tan ocupado intentando conocer todos esos detalles que no conoces de mi,
que todo se desvanece a tu alrededor.
Y fijes tu mirada en mí,
y sonrías,
por ser todo aquello que estabas buscando.

De momento, voy a limitarme a sonreírte cada vez que se crucen nuestras miradas,
y a robarte algún que otro beso inocente.
Y a quererte,
y a enamorarte,
como nunca antes lo había hecho por nadie.

SM.

sábado, 19 de noviembre de 2016

Quiero que te enamores de mi

Quiero que te enamores de mí.
Pero que te enamores
de mi lado perverso
de mi lado sarcástico
de mi desequilibrio mental
de mis malas manías.

De mi manera de gritar
de mi forma tan
sutil de criticar.

Enamórate de mi mal carácter
que me sale aveces.
De ese mal genio
que tengo escondido.

Enamórate incluso
de mi lado pervertido.

Enamórate de mis defectos.
De mi lado temperamental,
del caos que suelo causar
cuando todo me sale mal.

Enamórate hasta de las lisuras
que suelo decir para desfogar.

Enamórate de ese lado mío
que casi nadie conoce.

Porque de mi sonrisa,
de mi lado gracioso,
de mi lado cursi,
de mi lado tierno,
de mi lado enamoradizo...

De mi lado bueno
cualquiera se podría enamorar.

SM.

domingo, 23 de octubre de 2016

Fin

Creo que a pesar de todo, tengo que agradecerte que me rompieras en el corazón en tantísimos trozos. Ya que gracias a ti ahora soy como soy: fuerte, con las ideas más que claras y con un futuro por delante.
¿Que si dolió?, joder que si doliste...
Pero quizás tengas razón y sea hora de pasar página, de dejar todo el pasado atrás y empezar de cero. Contigo o sin ti.
Que soy una chica totalmente nueva y a muchas personas les asusta tanto, que cada vez que paso no saben hacia donde mirar.
Pero gracias, porque si el día de mañana llego a la cima, y consigo todo aquello que una vez me propuse, en parte será gracias a ti.

Me clavaste la flecha y aún sigue la herida abierta, y seguirá así toda la vida.
Encontrarás a cualquiera que te haga feliz y jamás le hablarás de mi, porque queriendo o sin querer me habrás borrado de tus recuerdos. Quizás como método de autodefensa para dejar de quemarte por dentro cada vez que me recuerdes.
Borrarás todas mis fotos y volverás a quemar mis recuerdos. Volverás a amar, a sonreír y a creer en un nuevo infinito.
Y yo, mientras, triunfando evitaré cruzarme con tus recuerdos.
Ojalá cuando la acuestes en tu cama tus sábanas sigan oliendo a mi, y recuerdes la última vez que me susurraste un te quiero.

Porque yo soy así, por donde paso dejo un trozo de mi recuerdo, porque te enganchaste y me soltaste al vacío.
Pero nunca,
lograrás
olvidarme.

domingo, 9 de octubre de 2016

04:00 AM

Si tuviese que decidir cómo recordarte,
elegiría verte sonriendo a las 04:00 AM en mi cama.
Decidiría hacerte el amor lento,
tan lento que incluso duele
y así saber que eres real,
y no uno más de mis sueños.

Desearía verte despertar a mi lado
todas
y
cada
una
de
las
mañanas
de
mi
vida.

Y tenerte aquí,
conmigo,
siempre.

Decidiría regalarte las mejores de mis sonrisas antes de irnos a dormir.
Para que sepas lo feliz que eres capaz de hacerme con una simple caricia.

Quédate conmigo,
y que le den al resto.
Que en esto de amarte
soy pionera.

Déjame regalarte mi vida,
entera,
una vez más.

SM.

domingo, 2 de octubre de 2016

Uno más y te dejo ir

Mañana es lunes y no sé donde buscar alguno de tus apapachos mañaneros. No estás y me siento más rota que nunca.
Las cosas por aquí no van del todo bien y tengo que actuar como si todo estuviese viento en popa. Ya sabes, ya me conoces...
¿Sabes esa sensación de haberme enamorado de la persona adecuada pero en el momento equivocado? Todos hacen como si nada, como si lo nuestro nunca hubiese sido, o incluso como si fuese el error más grande que jamás haya cometido. Pero yo no lo siento así.
Llegó, consiguió que me enamorara y tal como vino, se fue... Y me dejó así, aquí, rota.
Te echo de menos, demasiado.
Y a veces deseo encontrarte por la calle para simplemente arrancarte un abrazo más, uno más y te prometo que te dejo ir.
Tengo un plan, llévame contigo y sácame de aquí que me estoy consumiendo.
Quizás todos tengan razón y todo fue un completo y absoluto error y nunca debió haber pasado...
Pero me siento vacía.
Sin ti,
sin él.
No sé... vacía.

SM.

sábado, 24 de septiembre de 2016

Y rompí a llorar.
Lloré como hacía meses que no lo hacía.
Lloré de dolor,
rabia e impotencia.
Lloré desconsoladamente y con el corazón partío'.
Me volví a sentir traicionada,
volví a tener el corazón hecho añicos.

Rota,
estaba tan rota que incluso mis caricias cortaban.
Y fue el final,
fue el final de una historia interminable,
de sonrisas incalculables,
de lágrimas desprendidas.

Y rompí a llorar al verle partir de nuevo.

SM.

Él amará a otra mujer.

Él amará a otra mujer,
amará cada latido de su corazón intoxicado.

Cada vez que oiga hablar de mí,
fingirá no haber oído nada.
Cada vez que se cruce por mi camino,
fingirá no conocerme de nada.

Él amará a otra mujer,
y la besará nada más despertarse a su lado.
Soñarán con una vida, 
vivirán todos sus sueños.
Se enamorará de su risa,
de su prisa, 
y de la brisa de su aroma cada primavera.
Amará sus enfados, 
sus caprichos,
sus delirios de niña.
La amará como nunca antes había amado.

Dirá por ahí que es el amor de su vida,
y que cualquier amor anterior fue un error.
Le preguntará que dónde se ha estado escondiendo toda su vida,
y la mirará desde el marco de la puerta mientras ella se maquilla.

Él amará a otra mujer,
y lo hará sin resentimientos,
sin acordarse del pasado 
y
sin 
acordarse
ni siquiera
de
mi.

Él amará a otra mujer 
y se lo dirá mientras la abraza cada noche,
la amará sin reproches,
sin prejuicios.
Un amor limpio y puro.

Él amará a otra mujer,
del mismo modo
que un día
me 
amo 
mí.

SM.

lunes, 19 de septiembre de 2016

Dueles

Dueles como si todavía estuvieras aquí.
Y yo te lloro, a mi manera, ya sabes.
Contando las veces que ya no me miras, y mirando las veces que ya has dejado de contar conmigo.

Dueles, como si nunca te hubieras ido.
Como si tus piernas todavía supieran como atarme a tu compás y a ese maldito tic-tac de tu corazón al que, en sueños, todavía sigo acompasando.

Dueles y sigues doliendo y nunca dejas de doler.
Y me pregunto (y créeme, desde que no estás no sé en los ojos de quien buscar las respuestas) si dejarás de doler, aquí, al lado izquierdo, o si por siempre serás esta jaqueca que me hace sentir dolorosamente viva.

SM.

domingo, 11 de septiembre de 2016

Le abrí la puerta a la muy puta

Anoche la nostalgia llamó a mi puerta, y, por una vez la abrí la puerta y dejé que pasara un rato. Solo un rato, me prometí.
Le dejé pasar porque había montón de cosas que recordar. Porque hay que cerrar etapas, porque la vida sigue, la gente se va y la nostalgia sigue doliendo.
Nos sentamos a hablar, y la muy puta me recordó cada dolor, cada lágrima, cada sonrisa, cada caricia que ese cabrón olvidó borrar de mi piel.
La muy zorra se rió y me recordó lo que me iba a doler verle partir. Lo vacía que me iba a sentir al tener que despedir a una de las chicas más maravillosas que jamás he tenido el placer de conocer.
Me recordó que esos abrazos, esas palabras y esas sonrisas eran suyas y de nadie más.
Y lloré, lloré por ser egoísta y no querer verla partir.
Lloré porque sé que jamás tendré palabras suficientes para agradecerle todos y cada unos de los momentos que me ha regalado.
La nostalgia se tumbó en mi cama, en ese hueco tan suyo, entre mi cuerpo y la pared. Y me sonrió con esa sonrisa tan mala, tan suya. Y yo, que no iba a ser maleducada se la devolví.
Sacó el álbum de fotos y me demostró lo mucho que han cambiado los años, que la niña que era ya no es, se fue. Que los miedos siguen siendo los mismos, que las heridas siguen abiertas, que el tiempo pasa y no regresa.
Me miró y me recordó que los corazones rotos, estarán rotos siempre, que los huecos vacíos solo estarán vacíos el tiempo que tú quieras.
Antes de irse, me prometió volver, no muy tarde.

SM.

miércoles, 31 de agosto de 2016

Declaración Universal de Sentimientos Humanos

Yo como cualquier aspirante a convertirse en bonito recuerdo, declaro...
Primero.  Tengo derecho a amar y ser amada. Esta cláusula deberá ser respetada incluso por quien no me quiera a mí. Da igual. Como cantó el maestro, fue siempre más feliz quien más amó.
Segundo. Tengo derecho a enamorarme incluso de quien yo no haya decidido. Sobre todo de quien yo no haya decidido. Enamorarse jamás fue una decisión. Ser feliz, sí,
Tercero. Tengo derecho a que nadie, y cuando digo nadie me refiero a mí misma, esté legitimado para juzgar mi relación. Por encima de la raza, edad, sexo o religión, si dos personas han decidido quererse, quién eres tú para juzgarles.
Cuarto. Tengo derecho a buscar ya no buenas parejas, sino buenos ex. Y a sentir lo que no haya sentido jamás. Y tengo derecho a sentirlo de primera mano cada vez que lo haga. Porque puede que el corazón no envejezca. Pero la mirada, sí.
Quinto. Tengo derecho a perdonar y a ser perdonada. Jamás por partes iguales, esto no es una ecuación, y si lo fuera, sería incapaz de despejarme yo.
Sexto. Tengo derecho a llorar cuantas veces quiera por todo aquello que dejé o me ha dejado. Por todo lo que jamás entenderé. Por todo lo que se me quedó en el tintero. Tengo derecho a echar de menos todo lo que jamás ocurrió. Y tengo derecho a remover mi pasado a las tres de la mañana, aunque todos sepamos de antemano que siempre será un error.
Séptimo. Tengo derecho a abrazar como si no hubiese un mañana. Porque algún día sé que tendré razón. Y ese día será demasiado tarde.
Octavo. Tengo derecho a querer a quien no conozco pero sé que sufre. Sobre todo si sé que sufre. Esto último, más que un derecho, es una obligación.
Noveno. Tengo derecho a quererme a mí lo justo para poder empezar a querer a los demás.
Y décimo. Igual que tengo derechos, también tengo una obligación y sólo una: la de seguir los dictámenes de mi corazón por encima de todo lo que pase e intentar siempre dar más de lo que reciba.
Así lo firmo a día de hoy, desde este lugar del planeta, con todos y cada uno de mis latidos.

SM.

miércoles, 10 de agosto de 2016

Ven, que te abrazo fuerte

Quizás últimamente ande un poco perdida,
y eso sea culpa de tus ojos;
que me atrapan
y que no me sueltan.
He cometido demasiados errores
y creo que el peor de todos,
sin lugar a duda,
ha sido no darme cuenta de que has estado
ahí, justo ahí,
a mi derecha
todos estos años.
Y es que esto es culpa del amor,
sí, amor.
Ya me atrevo a usar estas palabras tan peligrosas,
porque una vez que Cupido te dispara una de sus flechas...
ya no hay vuelta atrás.

Quizás muchos no nos entiendan,
o no quieran entendernos
y simplemente porque tienen miedo
a que tú y yo, juntos,
formemos el mayor de los huracanes.
Pero te aseguro que a mi esto no me da miedo,
porque sé que te quiero a ti,
en mi vida,
siempre.
Sé que esto es real,
desde el momento en el que,
eso que late,
late mucho más fuerte cada vez que estás cerca.
Desde que podría estar horas recorriendo cada línea de tu tatuaje,
sólo para aprendérmelo de memoria una vez más.

Me has salvado de numerosas caídas,
me has hecho cada día un poco más fuerte
y me has enseñado que el amor, va de la mano de la amistad.
Y que tú y yo la agarramos bien fuerte.

No puedo negarte una sonrisa y mucho menos un abrazo,
así que ven,
que te abrace fuerte,
no vaya a ser que decidas irte.
Y matarme así,
a besos.

SM.


jueves, 28 de julio de 2016

No me voy a olvidar de ti

No me voy a olvidar de ti.
No me voy a olvidar de ti,
porque he querido más a esos ojos que a mis propias manos.
                                                                      [Y eso que con ellas amortiguo cada caída]
No me puedo olvidar de ti,
porque voy a echar de menos cada mísero momento que he pasado riendo contigo.
Porque cuando eres testigo del asesinato,
nunca más puedes llegar a olvidar la cara de la víctima.
No me olvidaré de ti.
Porque he jurado demasiadas veces que eras el amor de mi vida.
Porque he llorado más tu huida
que lo que voy a llorar jamás por alguien.
No olvidaré que he puesto nombre a tus brazos
y que los he llamado libertad.
Porque he sentido estrellas en los dedos cada vez que entrelazábamos las manos.
Porque jamás he necesitado planos para construir mi vida junto a ti.
No me puedo olvidar de ti.
Porque te he querido a sangre y a fuego,
porque me has curado las yagas de tanto morderme las entrañas,
porque las legañas,
de tanta vida durmiendo,
se me cayeron el mismo día que tú me dijiste te quiero.
No me voy a olvidar de ti.
Porque he navegado en muchos mares,
me he ahogado en demasiados bares,
y ninguno ha conseguido que no acabe pronunciando tu nombre.
Los cañones nos han explotado en las manos,
y ahora miro a los lados,
y sólo veo la polvareda que ha levantado este vendaval de miedo.
Y no sé mantenerme de pie
en ese punto estratrégico que decías que había en los huracanes.
En donde no te afectaba su fuerza,
ni nada te arrastraba a la muerte.
No me voy a olvidar de ti,
porque no quiero.
Porque me pasa más ese 15 a la espalda,
que esta espada que me atraviesa cuando se abre la puerta
y la vida me arrastra al paso del tiempo.
Este latido no perdona.
Y este te quiero,
que ahora te digo,
no llega a su destinatario
pero sí permanece en la memoria.
Y si es lo único que queda,
es lo único que voy a cuidar
para siempre.


SM.

miércoles, 13 de julio de 2016

He perdido el tiempo

He perdido el tiempo. Que alguien me ayude, porque no sé donde lo dejé. Era un tiempo así como breve, hermoso, delicado, lleno de buenos momentos y de alguno malo también. Seguro que lo reconocerás enseguida. No tiene pérdida posible, Por eso me extraña haberme despistado con tanta facilidad. No hay otro tiempo así. O al menos yo no lo recuerdo. He perdido el tiempo y necesito encontrarlo. Razón aquí y ahora. O mejor dicho, ya.
He perdido el tiempo contigo. Y la verdad, no sé cómo me ha podido volver a pasar. Porque esta vez lo teníamos todo atado y bien atado, a buen recaudo, y encima sin necesidad de pasar a ningún sitio a firmar. Sabíamos que lo nuestro era especial. Lo sentíamos, no hacía falta ni decirlo, lo sabíamos y ya está. Lo teníamos tan claro que lo único que nos daba miedo era dejarlo escapar. Y en cambio, lo tratamos como si fuese de lo más rutinario. Lo capullo que fuimos, dios. Lo irrepetible que era esta ocasión, y la oportunidad que la vida nos brindó. Como si después de lo que hemos vivido, nos mereciésemos volver a querernos bonito, volver a volar. Y tú y yo, ahí, como si no fuese con nosotros. Hemos vuelto a hacer lo de siempre, darlo todo por hecho, sin darnos cuenta de que lo que se estaba haciendo en ese momento no se volvería a dar más. Nunca más.
Pero que no cunda el pánico, porque he perdido el tiempo sola también. He creído que las cosas que no pasaban era porque no tenían que pasar. Viéndola venir, esperando a la vida, en vez de mover el culo e ir a buscarla. Y de ese modo sólo te vienen malas noticias. Que esa es la diferencia entre las buenas y las malas. Que las malas siempre vienen solas, sin necesidad de que hagas nada. Las buenas, en cambio, sólo les llegan a los que se embarcan dispuestos a naufragar.
Le he exigido a la vida tantas veces una nueva oportunidad... Como si fuese algo más que un derecho, como si fuese su responsabilidad. Y ella, que ya es de por sí puta cuando no le exiges nada, imagínate cuando le vacilas y le vas de guay.
He perdido el tiempo dedicándoselo a gente que no valía la pena. Y echando de menos a los de verdad, diciéndoles a ver cuando nos vemos, mintiéndoles a ellos y a mi una y otra vez, dejando sus vidas pasar. Borrándome de sus fotos futuras, comiendo en casa sola, en vez de ir a comer con mamá. Llamando a tipos y tipas irrelevantes, gastando minutos en cosas urgentes en vez de hablar de lo que de verdad importa, repasando agendas y dietarios en vez de las curvas y líneas rectas que tienden hacia la felicidad.
Por eso aquí ando, buscando de nuevo ese tiempo perdido. Otra pérdida de tiempo, pensarás. Pero la verdad es que me importa bien poco lo que pienses ahora. Necesito encontrar de nuevo ese tiempo y ponerlo a pasar. Además, habérmelo dicho entonces, cuando perdía el tiempo. Haberme avisado cuando todo me daba igual.
Hoy me queda menos que entonces, hoy el paso del tiempo se ha acelerado y ha cogido velocidad. Y sin embargo aquí estoy, como una imbécil gastando en algo tan improductivo como recordar. Echo de menos el tiempo perdido. Y lo quiero recuperar. Lo pienso recuperar. Y lo voy a recuperar.
Hoy quiero decir las cosas que siento cuando las sienta. Esté sentada con quien esté sentada. Y si estamos acostados ya ni te cuento. Y si cuando se lo digo no le gusta, él o ella verá. Hoy me da lo mismo caer mal o regular. Porque si para caerte bien tengo que ser otra cosa, prepárate para aguantar. Hoy, además, soy menos exigente con los demás. Porque ahora sé lo que cuesta arriesgarse y lo difícil que es acertar. Es curioso, cada vez juzgo menos y me juzgo más. Pero también soy menos transigente con la falta de inteligencia, de higiene y -sobre todo- de humanidad. Hoy creo que una conversación puede ser sanadora. Y que un silencio fuera de tiempo te puede acabar de condenar. Callarse es cada vez más peligroso. Y negarse a aceptar algo puede ser un principio para encontrar un pedazo de eso que llamamos verdad.
Quiero decir te quiero cuando me de por ahí, sin miedo a lo que me puedan contestar. Porque el miedo es eso que te pasa por dentro cuando estás a punto de hacer lo que tienes que hacer.
Hoy salgo de casa como quien aterriza en una ciudad que no ha visto jamás. Con un mapa distinto cada día, con miles de monumentos a visitar. Y con una guía que se llama intuición. Y una maleta llamada recuerdo. Y una divisa que no admite cambio alguno y se llama honestidad.
No me malinterpretes, puede que todo esto parezca una pariada, una pérdida de tiempo, o puede incluso que le hayas encontrado algo de utilidad. Pero te lo digo con todo el cariño, me lo suda. Como que me da igual. Con amor del rico rico. Muá.
Porque yo ya he perdido el tiempo, pero del muy bueno y en cantidad.
Puede que me haya vuelto loca, o vieja, o todo a la vez.
Y puede que eso sea lo único -junto a ti- que no vaya a volver jamás.

SM

martes, 5 de julio de 2016

Para la siguiente afortunada en amarle

Para la siguiente afortunada en amarle:
Es un chico complicado, y tendrás que acostumbrarte a sus numerosas e incontables manías, a esa costumbre de tenerlo todo en su lugar exacto. A como le saca de quicio que algo no esté donde debe estar.
Es demasiado inquieto, y a veces incluso te podrá de los nervios porque no puede parar de moverse.  Cada vez que intentes parar ese tic tan suyo de mover la pierna te contestará con un 'lo siento,  me sale sólo'.
Siempre tiene prisa, y su forma tan peculiar de andar rápido te tendrá exausta.
Es curioso,  quizás a veces demasiado, pero eso es muy suyo y eso de tener que saber constantemente lo que está pasando, como si fuera un niño pequeño,  te parecerá adorable.
Odia la literatura, y odia eso de pararse en cada librería porque eso de perderse en los libros no es lo suyo. 
Es celoso,  quizás demasiado.  Y a la vez inseguro. Por eso cada vez que te pregunte si realmente le quieres, no te enfades, recuerdaselo diariamente y sácale una sonrisa, pero ten cuidado que enamora de verdad.
Joder... se pone tan celoso... que la única forma de calmar su ira es besando sus labios y repitiendole constantemente que todo irá bien.
No le saques a bailar, porque no es lo suyo. Él es de esos que se queda sentado y mira fijamente cada movimiento de tus caderas.y eso,eso le vuelve loco.
Dale los buenos días y las buenas noches y repítele lo mucho que le echas de menos, que tienes ganas de verle y que no puedes parar de pensar en él.
Jamás hables de la muerte, eso le aterra y verle sufrir será el peor de tus castigos.
Desconecta el móvil cuando estés a su lado y disfruta del brillo de sus ojos bajo la luz del sol, contempla como se vuelven cada día más verdes.
Hazle reír, hazle llorar de la risa y hazle cosquillas hasta que diga basta.
Mímale, dale abrazos y ánclate en su cintura cada vez que quieras. 
Se pícara, y demuéstrale las ganas que le tienes. Bésale el cuello y muérdele la clavícula. No dejes marcas, simplemente deja huella.
Tratale como el rey que es, mirale a los ojos y dile que le quieres.  Mírale a los ojos mientras lloras,  mírale siempre,  que eso le enamora.
Entrégate al 100% y él te lo recompensará.
A veces se volverá loco, y dirá barbaridades, deja que se calme y vuelve 20 minutos más tarde para decirle que le quieres.

Hazlo, pero no te engañes, él quizás te esté mostrando su coraza, mientras a mi me dio la llave de su corazón.
Así que no lo olvides, yo grabé a fuego mi nombre en su pecho. Podrás entrar y hacerte un hueco,
pero él será
por siempre,
mío.
Y quizás ni una vida entera te baste para conocerle realmente,
a mi faltan 6 para dejar de quererle.

ATT: el nombre que escucharás susurrar cada noche en sus más profundos sueños.

SM.

miércoles, 29 de junio de 2016

21

¿Por qué 21? Porque se supone que 21 días es el período de tiempo en el que coges un hábito, ¿no?. Y, no sé... Pensé que quizás, olvidar a una persona también llevaría 21 días, pero me equivoqué...
Creo que he pedido los deseos a la estrella fugaz equivocada, y que he sido como esa colilla pisada por miles de personas. Que a lo mejor no ha sido el beso sino el peso en los hombros de la mentira.
Reconozco que me he sentido como esas personas que con el cartel de tirar, empujan. Y no consiguen abrir la puerta sin haberse equivocado antes.
Pero... puedo ser muchísimas cosas,  puedo equivocarme... e intentar luchar contra titanes sintiéndome tan hormiga.
El pasado sigue siendo el peldaño que no alcanzas y el que te impide subir aquí, donde estoy yo y se ven estas vistas asombrosas. El paisaje nunca será el premio si antes no has pagado el peaje del olvido.  Y hasta que no me he ido, no lo he sentido. Y hasta que no notes que me he ido no sabrás lo que te he querido.
He aprendido que con las manos manchadas de sangre es mejor no firmar sentencias en blanco. Aprendes que cuando un camino se difurca, por mucho que tu trates de coger un atajo o correr cuesta abajo, la velocidad de arranque ya no es la misma. Que cuando dos caminos se difurcan, es porque ya no deben seguir unidos. Es porque dos, ya son uno y uno, y cada uno por su camino. 

SM.

lunes, 27 de junio de 2016

Seguimos siendo primavera

Explícales tú a ellos que si ven la sombra
es porque en algún lugar hay luz,
que donde hay un ataúd
hubo una vida.
Que un tira y afloja
siempre hay uno que hace más fuerza
y otro que cede.
Explícales que donde no queden razones,
se pondrán excusas
y se les llama razones.
Si uno quiere.
Joder.
Si uno quiere
digiere hasta balas,
se arranca las alas
y desiguala un resultado ya comprobado.
La solución
a veces
es no buscar remedios.
Explícales que no estoy cansada,
que estas ojeras no son de falta de sueño
sino de hacerlos realidad despierta.
Explícales que si te cedo un baile
es porque juntos
somos como una canción de las nuestras escuchada por primera vez.
Que juntos somos huracán
y que separados somo la nada,
que llevamos abrazada la suerte,
que nosotros somos la primavera.

SM.

domingo, 26 de junio de 2016

Para que lo deje todo

Pienso en ti.
Te recuerdo en mi cabeza con la autorrecomendación
de no dejar que me empapes el alma,
que solamente te quedes paseando por mis pensamientos.
Llevo arrastrándome tanto por el barro,
que tú me sabes a lino en una piel quemada.
Te diría que eres el conejo blanco
que siguió Alicia para salir de su laberinto (y meterse en otro).
Eres la boca del lobo
que devoro
con el ansia de quien lleva sin comer meses.
Eres (la) locura
que cometo siendo cuerda
y consciente,
como el cocainómano que busca camino de nieve
hacia el cielo
con fugas ya en el tabique.
Despiertas mis instintos olvidados,
como una perra en celo
que se salió de la manada
para cruzarse con un zorro.
Tengo el estómago vacío
y tanto hambre (de ti)
que no me hace falta que me digas "ven"
para que lo deje todo.

SM.

jueves, 23 de junio de 2016

Miradas

Hoy le he visto,
y por unos segundos,
el mundo se ha detenido.
Nos hemos mirado a los ojos,
a la distancia,
pero nos hemos mirado.
El corazón se me ha parado,
y los recuerdos me han golpeado de frente.
Miré para atrás, con la esperanza de verle volver.
Con la esperanza de volverle a ver.
Pero se fue,
y yo seguí caminando,
y mi corazón más roto que nunca
lloró en silencio.

SM.

miércoles, 15 de junio de 2016

Anticipación

Dicen que el problema de este mundo es que no vivimos el presente, que siempre nos anticipamos a todo. Eso nos sucedió a él y a mi. El día que le conocí no le dio tiempo a Cupido a disparar porque ya nos habíamos enamorado nada más vernos. Unos meses después nos acostamos por primera vez y mientras él se duchaba yo ya estaba mandandole un mensaje diciéndole lo mucho que lo echaba de menos anticipandome de nuevo a la realidad. Durante los 2 años que compartimos pensábamos constantemente cuál sería el siguiente paso, de nuevo arañando en el futuro y, casi al final, una vez que me pidió "algo de tiempo", no resistí y le llamé llorando como una niña pequeña antes de que el lo hiciera. Esa visita infantil también precipitó su decisión de dejarme porque no respeté su "algo de tiempo". Ahora el sufre imaginandome en manos de otro y el también se anticipa pensando que no seré capaz de olvidarle. Pero se equivoca. Me anticipé y ya estoy bien.

SM.

domingo, 12 de junio de 2016

Un placer haber coincidido

Aún recuerdo esas palabras saliendo de tu boca, esos falsos te quiero, que yo, tan tonta, me los creí todos.
Estoy orgullosa de mi, porque no he vuelto a derramar ni una sola lágrima por ti. Y es que no mereces ninguna. Jamás pensé que tú me podrías hacer sentir de ésta manera.
Vete, no vuelvas,
porque es el final.
Es un punto y final.
Es demasiado tarde y yo, que soy una impaciente, no puedo esperar ni un minuto más para borrarte de mis recuerdos.
Me tomaste por tonta o qué se yo, pensaste que jamás me daría cuenta de que en tu vida hay más de una. Y es que me pregunto cómo he sido capaz de tragarme cada una de tus mentiras.
Tú que ibas de defensor de la verdad, ¿cuándo me ibas a contar que pasaste una noche entre los brazos de otra? ¿que soñaste con un futuro que no era junto a mi?
Me hiciste demasiadas promesas, pero todas fueron una pérdida de tiempo.
Ahora soy yo la que sueña a lo grande, me vas a ver brillar, voy a estar en lo más alto. Me verás cumplir con cada uno de mis propósitos, porque sé que puedo sin ti, que no me haces tanta falta como creía. Que después de ti, aún hay vida.
Algún día nos volveremos a cruzar por la calle, o me verás pasar de largo, con esas prisas que siempre tengo, y yo te veré ahí, mirando y recordando lo que un día fuimos. Pero te sonreiré, nos saludaremos y me preguntarás qué tal me va la vida y yo, orgullosa, te diré que de ti no muere nadie.
Que ya estoy rehaciendo mi vida, e irme ha sido lo mejor que me ha podido pasar porque me he quitado las 8 vendas que recubrían mis ojos.
Corre, ve y busca otras caderas como las mías,
busca otra risa tan sincera y pura,
otra sonrisa que te vuelva loco.
Mete a todas las que quieras entre tus sábanas,
pero los dos sabemos que más de una vez se te escapará mi nombre,
que intentarás buscarme entre los pliegues de tus sábanas y encontrarme ahí.
Como tantas veces he estado.
Pero esta vez no,
esta vez ya no estaré.
Porque hoy sí,
hoy te digo,
que fue un placer haber coincidido.
Pero que hoy,
abro la puerta y me voy con tu olvido.

SM.

sábado, 11 de junio de 2016

Monotonía

Y es que tú querido amigo, me has robado hasta la última gota de mi existencia.
Tu has desmenuzado mis sentimientos hasta dejarlos hechos polvo, me has robado el alma, la ilusión y la esperanza.
Fui una más de tu lista de los deseos, pero no te bastó con tirar la moneda al fondo del pozo.
Llegaste para dibujarme un mundo lleno de colores en una realidad en blanco y negro.
Y es que tu sonrisa era incluso más falsa que la del Jocker, y aun así, creías que te ibas a comer el mundo.
Me enganchaste como a todas, pero me destrozaste como a ninguna. Y es que eres de los que le pone el zapato de cristal a las princesas y las acaba convirtiendo en putas…
Pero cielo… eso conmigo no funciona. Quizás sea porque no soy princesa, y si es así no me importa. Prefiero ser diferente, a ser lo que espera la sociedad.
Porque quizás no lo recuerdes, pero yo me cosí las heridas mientras tú sonreías. Y sólo por eso yo ya merezco el cielo. Supiste como destruirme desde lo más profundo de mi, pero se to olvidó que lo ángeles curan sus heridas con el paso del tiempo

SM.

miércoles, 8 de junio de 2016

Rutinas

Ir andando por la calle, y girarme al sentir el aroma de tu perfume. Sabiendo que la posibilidad de que seas tu es mínima, me aferro al "ojalá", porque no es ni la hora, ni el lugar por los que estaba acostumbrada a verte.
Intento no recorrer las calles por las que me solías dar la mano, sólo por si me encuentro con los recuerdos atacándome de frente.
Me paso el día evitando el contacto directo de mis ojos con los de los demás, simplemente porque sé que hay un vacío enorme y que nadie sería capaz de reconocerme. Y eso, como tú bien solías decirme, asusta.
Me seco las lágrimas cada vez que salgo por la puerta del ascensor, para no tener que ir dando explicaciones. Pero sigue sin ser suficiente...
-¿Cómo estás?- me preguntan, yo sólo sonrío, agacho la cabeza y digo "bien".
Supongo que sigue sin ser suficiente.
La gente me habla, pero yo no escucho, creo que por momentos ni siquiera existo.
Tengo un nudo en el pecho que a veces me impide respirar, o comer. Y duele. A veces tanto como dueles tú, y creo que eso también me asusta.

domingo, 5 de junio de 2016

Los nuevos comienzos están sobrevalorados.
Ya lo sé. Jamás entenderé por qué la gente le da tanta importancia al 1 de enero, tuvieron 364 días para cambiar.
O para empezar de cero.
Y no lo hicieron.

Y ahí estaba ella,
sin ilusión,
como diciembre.
Fría,
como una tarde te febrero.
Tenía ganas de encontrar otro dolor,
para poder decirle a la gente que de ti,
no muere nadie.

SM.

sábado, 4 de junio de 2016

Hoy respirar, duele

No existo,
no soy.
Sólo respiro.
Y hoy, respirar,
duele.

Duele cerrar los ojos y verte,
duele seguir notando el roce de tus labios en mi piel.
Sigue doliendo escuchar tus susurros en mi subconsciente.

Cada noche te acordarás de mi,
y yo de ti, ya lo sé.
Te acordarás de como te gustaba mi sonrisa tonta,
de como podías pasar horas jugando con mi pelo,
Te acordarás del tacto de mi piel
y de los suaves recuerdos.
Añorarás el sonido de mi risa,
y recordarás lo mucho que solíamos amarnos.

Y yo también me acordaré,
eso ya lo sé.

¿Qué voy a hacer con las promesas, con el futuro?
¿Qué voy a hacer con(tigo) mi vida?

Aún estoy respirando, pero hoy...
hoy respirar duele.

SM.

miércoles, 1 de junio de 2016

18:25

Era un lunes,
pero no un lunes cualquiera.
Y eran las 18:25.
E iba andando por la calle
y se me caían las lágrimas de los acantilados de mis ojos.
Y el...
Él me paró y me dijo:
para estar tan rota, sonríes muy bonito.
 

lunes, 30 de mayo de 2016

Tic tac, tic tac.
El reloj suena,
pero los minutos no pasan
y mi corazón a penas late.
Late al ritmo de mis lágrimas recorriendo mi mejilla.
Palabras que duelen,
que desgarran,
que cortan,
que matan.
Demonios que vuelven a florecer,
pensamientos que vuelven a renacer.
Mis pulmones casi no respiran,
casi no viven.
Diles que paren,
que me están rompiendo,
que veo las grietas asomar de nuevo.


martes, 17 de mayo de 2016

Salvavidas

Hay días en los que no le encuentro ningún sentido a mis ganas enormes de salir corriendo.
Que se apagan,
que no están.

Si cierro los ojos,
me echo de menos.
¿Y cómo coño puedo ser optimista?
Si no encuentro salida a este tornado de ideas,
si la ciudad de mis sueños está cada día más gris,
si la persona que amo está cada día más apagada.

Si cierro los ojos siento impotencia,
todo se me está desmoronando,
todo se le está desmoronando
y yo no puedo hacer nada.

Quiero ayudar,
quiero gritarles a todos esos que nunca confiaron en mi,
que ayer estaba ganando,
que logré hacer que mis demonios se fueran,
no se donde,
pero se fueron.
Pero hoy...

He visto llorar a personas que creía invencibles,
he visto como el chico más rompecorazones tenía el corazón más partido.
He visto como la persona más fuerte se desmoronaba,
y yo...
yo no pude hacer nada.

Carpe diem,
eso me repiten todos.
¿Pero cómo cojones voy a vivir el momento,
si he sido testigo de huidas?

No quiero quedarme dormida,
porque temo perder la oportunidad de mirarle a los ojos,
de tocarle,
y no haber podido arreglarle.

Porque yo ayer estaba rota,
pero hoy...
Hoy veo como él se rompe.

Y yo hoy...
solo quiero salvarle.

SM.

miércoles, 27 de abril de 2016

Cuidado bonita

Ten cuidado, eh, bonita.
No vaya a ser que un día cualquiera,
se le rompa un botón de la camisa
y se acuerde de tu risa,
y de tu prisa,
y de tu brisa,
también.
No vaya a ser que te llame,
una de esas noches silenciosas,
y te suelte algo
medianamente poético;
como que sus ojos tristes
necesitan un poco de tu luz.
No vaya a ser que se te ponga de rodillas,
una tarde de cafetería,
y te pida perdón,
así,
con esos ojitos.
Y empieces a recordar momentos,
y noches,
y tardes.
No vaya a ser que vea como te brillan los ojos
y se crea por un segundo,
que te está afectando en algo.

No se trata de que no te vean,
sino de ser vista.
No corras,
que correr
nunca le ha funcionado a nadie.
Aléjate.
Aléjate lentamente.
Tócate.
Tócate el pelo también.
Píntate los labios y, no sé.
Ponte algo sexy y súbete a unos tacones.
Puede que no fumes, pero joder,
enciéndete uno.
Dedícate tu canción favorita,
o no sé,
alguna que se le parezca.
Píntate las uñas,
empieza a leer un libro
o mejor, escribe uno.
Mándale al cielo todos los mordiscos
que te mueres por contar.
Llama a tus amigas
y cuéntales lo mucho que le odias,
pero lo mucho que has necesitado
que hiciera todo lo que ha hecho.
Dile a tu madre que la quieres.
Tía, haz crepes y pídele a un colega un masaje,
no falla.
Sal de fiesta y regala besos.
Bebe tranquila y sonríe a la gente.
Duerme en la playa,
báñate desnuda.
Dibújale líneas a los sentimientos,
y no sé,
quema por fin esa foto que te ralla.
Baila por tu casa en ropa interior.
Róbale el corazón a algún loco.
Ponte Extremoduro y salta de la cama.
Llora un rato y sonríele luego al espejo.
Perdónate los pecados y mira a las nubes.
Apaga el móvil y sal por ahí.
Enciende velas,
juega con tu sombra.
Pasea por la playa y siente todo fuerte.
Céntrate en ti
y en todo lo que quieres.
Ahora empiezas a vivir,
y ahora es el momento
en el que te quieres con locura.
Así que por muchos ojitos que te ponga,
por muchas palabras bonitas
que puedan salir de su boca,
y por mucho "él" que creas que sea...
Tú también tienes una "ella"
que está deseando,
completamente,
que la dejes salir.

PD: te juro que hay muchos "él" por el mundo, de verdad que sí.

SM.

domingo, 17 de abril de 2016

Ilusos

Muchos dicen que esto de querernos tanto,
no debe ser bueno.
Que qué va a ser de mis labios el día que no puedan besarte.
Que cómo voy a levantar cabeza si algún día me faltas.
Y qué razón tienen...
Y cuánto daño hace no imaginarte en mi vida.
Tú fuiste capaz de enseñarme a volar aún cuando se me resquebrajaban las alas.
Jamás tuviste miedo,
siempre sonreías.
Y yo me enamoré de esa jodida sonrisa.
Muchos hablan,
gritan,
hasta incluso se alborotan.
Pero ninguno entiende.
Ninguno ha tenido la suerte de encajar sus manos con las tuyas.
Es tarde,
hace frío.
Y no te tengo aquí,
¿debería preocuparme?
¿O simplemente me dejo llevar?
Llévame,
a todos esos lugares que nos prometimos.
Que son muchos,
pero tenemos tiempo,
no tengo prisa.
Las callejuelas de París esperan ansiosas nuestra llegada,
porque están faltas de locura,
y de eso,
yo tengo bastante.
Hoy no es mi día,
y quizás sea porque todavía no me has dicho lo guapa que estoy hoy.
Tampoco te has quedado mirando desde el marco de la puerta
mientras me maquillo rápido 
y con prisas,
porque siempre llego tarde.
Y tú,
siempre te quejas.
Estoy cansada,
se me cierran los párpados,
y todo por tu culpa.
Hoy no he podido naufragar por tus pupilas.
Algunos me llaman masoca,
otros me tachan de rebelde.
Y todo por necesitarte constantemente en mi vida.
Por necesitar estar anclada a tus caderas
aún cuando tu miras las de otras.
Boom,
me acaban de disparar los recuerdos,
y ésta vez me han agujereado el pecho.
Putas balas,
putos recuerdos.
Estoy sangrando,
palabras,
lágrimas,
dolor.
Dices que debo pasar página,
que releer viejos capítulos nunca es bueno.
Pero dejaste la página muy doblada
y cada vez que abro el libro 
se me abren las cicatrices de tus puñaladas.
Duelen,
siguen doliendo.
Y me estoy desangrando
y tú aún no has llegado.
Muchos hablan de que tú y yo no debemos ni acercarnos,
y qué ilusos,
ellos que piensan que voy a dejar que te vayas.

SM.

lunes, 4 de abril de 2016

Andas diciendo
que no tengo el tiempo suficiente de intentarlo,
y mantenerte satisfecho.
Me paso el día diciéndote que estás completamente loco,
mientras tú andas diciendo que soy una chica extremádamente difícil,
e intentas arreglar las cosas diciendo que hoy estoy más guapa que ayer.
Te quejas de escuchar todos los días las mismas historias.
Y acabo ahogándome,
entre lágrimas.
Y no se por qué,
Desearía poder romper corazones de la misma forma en la que tú lo haces.
Sólo para poder saborear la victoria por una vez,
y poder notar recorrer la adrenalina por mis venas.
Enséñame a ser cínica,
supongo que no es tan difícil.
Ni se te ocurra decirme que soy incapaz,
porque fui yo quien te enseñó a rozar las estrellas.
Quiero gritar de la misma manera que tú.
Quiero sangrar de la misma manera que tú.
Y vuelvo a ahogarme,
entre lágrimas.
Y ésta vez eres tú quien no sabe por qué.
De ésta forma sólo eres capaz de decirme que no me entiendes.
Hay algo que nunca serás capaz de entender,
como una mujer es capaz de amar con los ojos cerrados.
Sin prejuicios,
sólo amor.
Con gran confianza,
esa que ya no te queda.
Corre, ven y mírame.
Y dime que estás dispuesto a verme salir corriendo una vez más.
Que soy una miedica,
por no poder mirarte a los ojos mientras lloro.
Corre y menciona cada uno de mis defectos.
Grítalos.
Ya no me asustan.
Vivo anclada a las ruinas de nuestro amor,
mientras sigo intentando reconstruirlo.
Y no lo ves.
Y no me ves.
Y yo sigo luchando,
y tu me sigues destrozando.

SM.




viernes, 1 de abril de 2016

A fuego lento

Dejé que mis manos recorrieran cada una de las facciones de tu cara.
Por si alguna vez decides irte,
no poder olvidarte jamás.
Me conduje por cada una de las curvas de tu clavícula
y me precipité entre tus piernas.
Y ésta vez no me salvaste...

Te susurré mis miedos más grandes,
mientras contemplabas mis labios,
y decidiste acurrucarme entre tus brazos.

Calmaste mi ira cuando las cosas se torcían,
y fuiste testigo de mis lágrimas más sinceras.
Tuve miedo.
Tengo miedo.

Me dejaste cruzar la puerta,
y no te asustó la idea de verme salir corriendo.
Y dolía,
y joder... sigue doliendo.

Aposté por ti
aún cuando todos me pedían que te olvidara.
Me sentí sola,
aunque eso a veces es mejor que estar mal acompañada.

Me dejaste caer,
me tiraste al suelo.
Y tardaste mucho tiempo en recomponer todas mis piezas rotas.

Te di mi alma,
a fuego lento.
Sin miedo.
Porque contigo eso desaparece.

Me enamoré,
perdidamente
y cada día lo estoy aún más.
Esa es la razón por la cual me duele no verte detrás cada vez que mi ego amenaza con irse.

Y es que antes no eras capaz de dejarme dar ni 2 pasos.

Y hoy eres tú quien me abre la puerta.

Pero...
por si un día decides dejarme...
no
te
olvides
de
mi.

Porque yo te seguiré dibujando en las constelaciones de mis sábanas.
Rezando por que vuelvas a aparecer una vez más.

SM.

domingo, 20 de marzo de 2016

El sueño de una noche de verano

Y por ahí va mi chica vendaval.
Rota,
a veces incluso tanto que corta.
Pero ella sonríe.
Es valiente aunque de vez en cuando se esconde,
la temen,
porque sus ojos ya no brillan,
simplemente
miran.
Tiene un carácter que destruye,
que enamora,
engancha
y cuando le conviene...
te deja ahí.
Siempre fue una loca,
pero esa locura te hace estremecer.
Duerme de día,
y escribe poemas de noche.
Es musa,
se ancla en caderas de hombres,
para luego quemarlos.
Tiene miedo,
miedo al amor.
Y dime...
¿Quién tuvo la suerte de romperte?
De resquebrajar cada uno de los componentes de tus noches en vela.
Que sale a la calle,
se emborracha,
se enamora,
y se despierta en la cama de otro que... pobre chico ingenuo...
No sabe que después de saborear sus labios viene la tormenta.
Todos se quedan mirando la sensualidad de sus piernas,
el rojo de sus labios,
el negro que tiñe su alma.
Que está sola, y nadie la puede acompañar.
Porque su frialdad arde...
y mata.
Sus tatuajes reflejan la hipocresía de sus talones,
de esos tacones desgastados.
De sus borracheras.
Y lo peor es que ella no es capaz de mirarse al espejo.
Escucha música de fondo,
por el simple hecho de no tener que escuchar las plegarias de ninguno más.
Es un ángel,
un ángel negro.
Es la reina de las pistas de baile,
todos la miran,
todos la critican,
la juzgan.
Pero todos desean ser como ella.
Una chica medicina,
que por mucho que corte,
es capaz de hacerte olvidar cada uno de tus problemas
con tan sólo mirarte.
Procura no cruzarte por su camino...
porque no querrás volver a saber de otra.
Querrás ser quien tiña sus noches de colores,
quien despierte cada mañana a su lado,
querrás ser quien le haga feliz.
Pero recuerda,
que tan sólo es el diablo que te mira con ojos de niña.
Es la peor de tus pesadillas.
Es el sueño de cualquier noche de verano.

SM.

miércoles, 9 de marzo de 2016

18

Amistad es sinónimo de lealtad
y sus rizos oscuros desprenden tanta sinceridad,
que me ciegan.
El tiempo pasa... y...
ella no se cansa.
Tiene paciencia,
pero ruge cuando no está de acuerdo.
Su sonrisa es transparente
y su risa se escucha a kilómetros de distancia.
Se pierde por el metro de Berlín.
se integra en sus calles
e inunda su perfume por donde quiera que pase.
Se sienta, sonríe y,
joder...
Si te sonríe estás perdido.
Es capaz de provocar que un camarero le firme la mano,
es bella,
y no es consciente.
No encontrarás mujer tan sensual ni tan perfecta.
Sus caderas tienen dueño.
El dueño de sus ojos brillantes,
disparó la flecha a su corazón,
y aún siguen viviendo en el más maravilloso cuento en el que podían vivir.
Todos admiran su inteligencia,
pero nadie entiende su forma de ver el mundo detrás del color café de sus ojos.
A mi ya me ha atrapado entre sus redes,
y no pretendo soltarme de las cornisas.



Feliz cumpleaños, a mi forma, así por escrito, como tú y yo mejor nos entendemos.
Gracias por ser mi mentora, mi musa, mi día a día. 
Gracias.

SM.

lunes, 7 de marzo de 2016

Sólo me queda imaginarte

Tengo un grito atrapado en la garganta que no me deja gritar,
un nudo en el estómago que no me deja comer
y un mar de lágrimas aferrado a mis ojos.
Y qué dolor más grande,
duele tanto que ya no puedo ni llorar y eso me desespera.
¿Cómo superar la magia que provocaste al conocer tu existencia?
Que ya no se ni si respiro,
y eso me da miedo.
Tanto miedo que no recuerdo ni en qué hora vivo.
Me dijeron que iba a ser fuerte,
qué ilusos, 
ellos que no saben que mi única manera de ser fuerte era imaginándote.
Había planeado mi vida en tan sólo 2 meses...
Me merezco el peor de los castigos por el simple hecho de haber pensado en no verte.
Y ahora que sé que no te voy a ver, 
desearía tenerte entre mis brazos.
Que he quemado tus recuerdos,
porque el simple hecho de guardarlos en el cajón me vuelve loca.
Prometo que no serás ningún recuerdo,
prometo no hacer daño a los míos.
Pero espero que sean capaces de entender que estoy de luto,
que visto mi alma de negro,
que se lo han llevado todo.
Y ahora sólo me queda imaginarte.

SM.

miércoles, 24 de febrero de 2016

Lo que pasa en Berlín se queda en Berlín

Berlín ha robado un trozo de mi corazón, prometo volver a perderme por sus calles,
y ojalá acompañada de las mismas sonrisas.
Que las habitaciones se compartían, al igual que las lágrimas, las sonrisas y las cervezas.
Desayunamos a las 8, y nos acostábamos a las 5.
Berlín ha unido corazones rotos, viejas amistades y ha roto recuerdos...
Yo me quedo con el sonido del despertador y el tener que salir corriendo de las habitaciones para llegar a tiempo.
El volvernos locas porque se nos habían perdido las cosas, y ver a mis amigas muertas de risa en el suelo.
Rozar manos sin querer al caminar por la calle, y buscar miradas de personas que creía tener olvidadas.
No quiero despertar de las pesadillas que esconden los adoquines de las calles más siniestras.
Me perdí en el metro, y en sus ojos y madre mía...
Bailé sin sentido mientras todos reían, y ¿qué mejor recuerdo que ese?
Me quedo con las confesiones nocturnas y los susurros para que nadie se diera cuenta.
Vi las manchas de sangre en el campo de concentración y se me pusieron los pelos de punta.
Me abrazaron fuerte, y me removieron las vísceras.
Me besaron la mejilla y me prometieron volver algún día.

SM.

lunes, 15 de febrero de 2016

Juguemos

Vamos a jugar a un juego... yo te sonrío y tú te enamoras.
(Y vaya si me sonrió... y vaya si me enamoré...)
Te iré dejando pistas a lo largo de nuestra historia, hasta que encuentres el verdadero sentido del amor.
Espero que te guste, que empiece el juego.
(Y yo que pensaba lo que era el amor, y tú que sabes como hacerme sentir en las nubes)

1- Por todos los momentos vividos y los que nos quedan por vivir.
 (Joder... me está sonriendo, y creo que estoy perdiendo la cabeza)

2-Te pido perdón, por todo y por todo lo que queda por aguantar.
(Que alguien me pellizque, que este amor viene fuerte)

3- Que no se te olvide darme un beso, así, por que sí.
(Ven bésame otra vez)

4- Y aquí seguimos, sumando minutos, horas, días, meses, años...
(Qué fácil es hacer que el tiempo pase volando a tu lado)

5- Gracias por todo y ya por adelantado.
(Y no se da cuenta que soy yo la que le agradece que simplemente me mire una vez más...)

6- Qué suerte tenerte...
(Mi niño mimado, mi amante paciente... se cree que tenerme es una suerte, cuando sólo causo problemas.
Que yo quiero encontrarme en tus ojos, que me ganes y que nunca puedas perderme. Que me queden algunos antojos y me dejes sabor al pensarte. Y es que ésta vida es pa´ vivirla contigo.
Que me hablen de la vida y presienta que nací para vivirla a tu lado.
Me es imposible mirarle a los ojos y no sentir una tormenta de emociones, ¿cómo le digo que es todo lo que necesito para vivir?)

7- No me dejes nunca
(No pensaba hacerlo)

SM.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Le sentí y le quise cerca

Le sentí tan cerca, que no pude diferenciar la noche del día.
Mi estómago se había cerrado y mis pulmones rechazaban la entrada del aire.
Le sentí tan cerca, que el frío quemaba y arder ya no me importaba.
Tuve tanto miedo de no volver a notar sus dedos entrelazados en mi pelo, que le besé cómo si mañana ya no fuésemos,
como si dos minutos más tarde ya no hubiera un nosotros.
Le quise tan cerca, que entendí el motivo por el cual Romeo nunca más volverá a besar a Julieta.
Entendí por qué el infinito nunca acaba ni tampoco empieza.
Los escalofríos que mi cuerpo sentían al notar su corazón palpitar, me hicieron darme cuenta de por qué aún somos uno, y no dos corazones separados.
Le sentí tan cerca, que no quise volver a soltarlo nunca más.

SM.

lunes, 8 de febrero de 2016

Por si algún día decides irte


El otro día vi un vídeo, uno de esos en los que recuperas al amor de tu vida,
y no pude evitar pensar en qué pasaría si hoy nuestras vidas se separaran, si tú decidieras rehacer tu vida, y a mi no me quedaría más remedio que asumirlo.
En el fondo sé que volverías, que a ti eso de imaginarme en manos de otro te revuelve el estómago.
Pero...¿Y si no vuelves?, ¿volveríamos a encontrarnos con el paso de los años?, ¿me mirarías con los mismos ojos?, ¿sentirías esa punzada de adrenalina que siento yo cada vez que te tengo cerca? ¿recordarías el día que nos conocimos? o ¿lo habrás olvidado todo?.
Si algún día pasa... guarda siempre contigo el baúl de los recuerdos, aún si encuentras otra boca en la que perderte, y ella te obliga a deshacerte de mis recuerdos, escóndelos, y no me olvides. Por si algún día necesitas volver a leer mis cartas y volver a sentir todo eso que sientes ahora conmigo.
Si algún día tú y yo nos separamos, no olvides el tacto de mi piel, ni la forma en la que te susurro los te quiero. 
No olvides la silueta de mi sonrisa bajo las luces oscuras de tu cuarto en medio de una película que nunca terminamos de ver.
Tampoco olvides mis manos frías en los días de invierno, ni las tardes calurosas de verano bajo las sombrillas de la playa.
Nunca olvides que por mucho que la gente llame "amor adolescente" a ésto que tú y yo tenemos, es el más puro que vas a encontrar.
Que tu mano sólo va a encajar con la mía, aunque todos te hagan creer que no.
No olvides tampoco, que por muchas discusiones que tengamos, es nuestra pequeña forma de seguir juntos y con vida, que los dos preferimos mil veces la guerra juntos a un infiernos el uno sin el otro.
No olvides el sabor de mis besos después de habernos arrancado la ropa, ni olvides tampoco la imagen de mi cuerpo bajo la ducha.
Y así, si algún día nos separamos y con el paso de los años nos volvemos a encontrar, no olvides de darme un abrazo de esos que nos derriten.
Así que por si acaso, no olvides nunca, que te quiero.

SM.

jueves, 4 de febrero de 2016

Mío

Mío. Sólo mío. Miísimo. Más mío no puedes ser. Y no porque yo te lo diga, sino porque así lo has decidido tú.
Mío. Sólo mío. Miísimo. Ese mío tan tuyo del que me he enamorado. Eso tuyo tan nuestro que ahora siento sólo mío. Pero no es un mío de tenerte aquí atado conmigo. Es un mío que nada tiene que ver con la posesión. Porque contigo he aprendido que con la puerta abierta nadie se va. Porque contigo ya no soy lugar, sino destino. Porque mi máxima aspiración es convertirme en tu hogar, ese sitio al que siempre quieras volver. Aún cuando en la planta de tus pies traigas arena de otro mar. Mira que me lo advertí.
Mío. Sólo mío. Miísimo y ya está. Si quieres a alguien, no es que lo dejes libre, es que lo quieres ver volando cada vez más alto, cada vez más lejos, más allá. Por eso, siempre que vuelves a mí lo haces no sólo porque quieres, también porque necesitas que te vuelva a atrapar. Sabiendo los dos que esta conquista se renueva cada vez que nos volvamos a encontrar. Esto que te ofrezco es de todo menos una prisión dorada. La única jaula ahora ya son los demás. Donde perdemos aliento, donde se nos va el aire, es en la ausencia del otro. Aquí más pura la luna brilla y se respira mejor.
Mío. Miísimo. Más que mío y de verdad. Mío porque por mucho que te tenga, jamás te dejas poseer del todo. Porque te revuelves, porque te rebelas, porque te vas. Siempre que estás volviendo es porque te vas. Yo que me había creído que jamás sería celosa. Hasta que hubo algo que temí perder, algo tan valioso, algo tan de verdad. Y a estas alturas de mi partido me descubro sufriendo cada vez que ya no estás. Este Otelo ya se deja de hostias. Esta Desdémona es de almas tomar.No me malinterpretes, es que temo que les gustes a otras, temo que ellas te puedan gustar. Sería lo lógico que les pasara, cualquier otra cosa sería poco normal. Si es justo lo que me ocurrió a mí al verte. Cómo no les va a ocurrir a ellas, cómo les voy yo a culpar. Y a ti aún menos, si lo que me apasionó de ti desde el principio es que fueras un arma de seducción pasiva, que me volvieras loca sin prácticamente pestañear.Tampoco es que tema que me dejes, porque eso ya lo tengo asumido. Cada día despierto con la angustia de que ése es el día en que te vas a dar cuenta realmente de con quién estás. Es una sensación con la que me estoy acostumbrando a desayunar. Y cuando llega la noche y no ha ocurrido pienso en el regalo que el destino me ha hecho, dejándome disfrutarte 24 horas más.Y es que no sé si lo he dicho, pero mío. Toelrrato. Toeldía. Ya.Que conste que esta pérdida de control nada tiene que ver con querer recuperarlo, nada más lejos de la realidad. El control se lo dejo a los que no entiendan nada. A los que más que disfrutar una relación, la pretendan asfixiar. La taxidermia es la ausencia de toda vida y todo vuelo, la muerte de la belleza para enterrarla en una vitrina, el fin de las cosas por las que merece la pena respirar. Ojalá todo el mundo pudiese vivir un solo día lo que hemos vivido hasta ahora. Yo, si un día acabamos, que sepas que será lo mejor para ti. Porque jamás te merecí del todo. Porque hay tanta gente mejor que yo, que jamás me creí del todo que fueras mío.Pero hoy sí.Hoy soy mío y yo soy tuya.Hoy hacemos uno y cada uno de nosotros se multiplica por dos.Es lo que tiene ser mío, tan tuya y tan de nosotros.Que para escribirte, describirte y prescribirte ya no me hace falta ni siquiera la palabra amor.

SM.

miércoles, 3 de febrero de 2016

Tal y como es

Hay gente que la quiere así, con su tristeza, con sus bajones, con sus ojos apagados y sus labios rojos.
Con su rimel corrido y el maquillaje hecho un desastre.
Con ojeras y el pelo alborotado, con pocas ganas de salir de la cama.
Hay gente que la quiere con su sonrisa después de no haber pegado ojo por la noche, que sus abrazos ya medio rotos y las ganas de reconsteuirse.
Hay gente que la quiere con la alegría que desprende, con todos esos sueños que tiene previstos, sus locuras y sus verdades.

SM.

jueves, 28 de enero de 2016

Tan rota como Roma, pero más bonita que París

miércoles, 27 de enero de 2016

Notas de corte

Los adultos no creen que podamos tener estrés.
Yo tengo apuntados 26 exámenes en la agenda, y 17 de ellos son de aquí al 17 de marzo.
Se avecina una semana de vacaciones, y se supone que debería descansar, pero es que a la vuelta tengo un acumulo de exámenes finales en los que me juego el trimestre.
Me jode bastante que todos los profesores me digan "yo también tuve que pasar por eso y pude seguir adelante"
¿Entonces lo que nos quieren decir es que bachillerato es una especie de selección de personas que puedan soportar una gran presión?
¿Sólo podrán seguir adelante aquellos capacitados para estudiar 12 horas diarias sin sufrir ningún tipo de consecuencia?
¿Acaso su objetivo es exprimirnos al máximo para ver cuánto podemos resistir?
También me jode muchísimo que tengamos que 'trabajar' la materia porque si nos lo dieran todo hecho sería demasiado fácil.
Voy al instituto para que los profesores  (cuya tarea es facilitarnos el trabajo) me enseñen algo concreto, no para tener que pasar horas en mi casa buscando en páginas poco fiables de Internet la materia de la que voy a tener que examinarme.
Sino necesitara asistir 6 horas diarias a clase ya estaría presentandome a unas oposiciones por mi cuenta.
Se considera que no podemos tener depresión por ser adolescentes. Sin embargo, nos consideran lo suficientemente adultos para escoger a qué queremos dedicarnos el resto de nuestra vida.
Pero ni se os ocurra contar nada de ésto a un adulto. Se reirá en vuestra cara tras decir que trabajar 8 horas al día, pagar facturas y llevar una casa adelante sí que es estresante.
Tal vez nuestra situación cambie cuando los adultos se den cuenta de que nuestros problemas son diferentes a los suyos, pero nos afecta de la misma manera.
Tal vez cuando se den cuenta de que ellos también fueron seleccionados de la misma manera que nosotros. Tal vez cuando se den cuenta de que el sistema educativo no premia a las mentes brillantes, sino a las resistentes capaces de memorizar más en menos tiempo, que nosotros no vivimos, simplemente estudiamos, porque en nuestro querido país es necesario ser mejor que todos los demás para poder dedicarte a algo que te guste.
Al fin y al cabo, todos somos números. Números de notas de corte.

SM.

domingo, 24 de enero de 2016

Son los pequeños detalles los que marcan la diferencia.
Son los besos robados, las sonrisas después de las lágrimas, lo abrazos de reconciliación.
Son los susurros, las caricias, y las miradas.
Son esas ganas locas e incontrolables de seguir luchando aún cuando hay tormenta.
Son minutos, días e incluso años.
Son formas de amar, locamente, pero de verdad.

SM.

sábado, 23 de enero de 2016

Ella tenía demasiados sueños para tanta realidad

SM.

lunes, 18 de enero de 2016

Se pierden muchas cosas por miedo a perder

-A ver cuéntame qué fue de aquella chica.
+¿ De esa loca, orgullosa, celosa, mosqueona y arisca?
- Hablando así de ella me pregunto cómo pudiste soportarla.
+ Porque esa chica era increíble, sus celos me volvían loco, me encantaba esa cara de niña que ponía cuando se enfadaba. Ella era de las que te mandaba un mensaje a cualquier hora, a las 3 de la tarde o a las 5 de la madrugada, y joder... sino le contestabas... mejor ni te cuento como se ponía.
- Entonces, ¿qué os pasó? ¿ella se cansó de ti?.
+ No, para nada. Fui yo, el que tuvo miedo de enfrentarse a sus locuras, su carácter y su forma de ser. Y encontré a otra que me dio paz y tranquilidad.
- Ah, ya sé de qué va ésto. Te dio miedo luchar por lo difícil, y decidiste apostar por lo fácil.
Y bueno, ¿qué sabes de ella? ¿está con alguien?.
+No, no está con nadie. Ella sigue igual de guapa, con esa sonrisa capaz de enamorar a cualquiera que se le cruce por el camino, igual de loca, como siempre. Bailando por las calles con sus amigas.
Lo que más me duele, es cuando pasa por mi lado y me sonríe como si nada hubiera pasado.
Me atrae la persona con la que estoy ahora, pero ella... Ella es inolvidable. Me imagino qué hubiera pasado si hubiese seguido con ese huracán de chica.
Cuánto daría por tenerla aquí aún que fuese para discutir. Y lo peor es que tengo miedo
-¿miedo a qué?
+Miedo a que alguien descubra lo increíble que es, que alguien le heche los cojones que a mi me faltaron para quedarse a su lado. ¿Y sabes qué? Me he dado cuenta de que se pierden muchas cosas, por miedo a perder...

SM.

domingo, 17 de enero de 2016

Intento no desmoronarme y mantener la compostura cada vez que alguien me pregunta por ti.

SM.

jueves, 14 de enero de 2016

Días en los que sólo necesito que me sonrías me abraces y me digas que todo va a salir bien.
Días en los que me doy cuenta que eres más que un simple amor, que no eres de esos pasajeros.
Que querer consiste en levantarse después de cada caída.
Y perdonar es volver a ver el brillo en los ojos.
Gracias por saber entenderme aún cuando nadie era capaz de escucharme.
Te echo de menos, pero eso es costumbre.
Te quiero, y lo repito aún que ya lo sepas.

SM.

martes, 12 de enero de 2016

Que ésto de querernos va para largo

Nunca seré capaz de explicar la razón por la cual nace en mi esa necesidad constante de tenerte cerca.
Ese ansia por rozar tu piel, por sonreirte, por mirarte a los ojos aún sabiendo que me voy a perder.
Es irónico...
Es ridículo...
Ésto del amor dispara fuerte.
A veces es dulce, otras reconfortante, hasta que se vuelve amarga.
Nunca sabes lo que es tener el corazón roto hasta que sientes punzadas en el pecho con el simple hecho de recordarle.
Y esa angustia constante al darte cuenta que la única forma capaz de aliviar el dolor es tenerle cerca.
Siempre fui enamoradiza, siempre soñé con encontrar al principe perfecto.
Y jamás supe lo que era el amor hasta que te cruzaste por mi vida.
Llegaste, para poner mis ideales patas arriba, para enseñarme el verdadero sentido de las sonrisas, las cosquillas constantes en el estómago, el dolor tras los rechazos, el deseo de rozar nuestros cuerpos, la sabiduría de un cruce de miradas...
Desde que te vi supe que serías tú quien me volvería loca cada noche con tus enfados y caprichos.
Sabía también que sería yo la que te sacaría de tus casillas con mis berrinches de niña.
Dejemos el orgullo aparte, miremonos a los ojos y dejémonos llevar.
Que ésto de querernos, va para largo.

SM.

lunes, 11 de enero de 2016

Cada tormenta necesita su calma

Y yo, personalmente creo que el amor consiste en eso. En enamorarse de los detalles, de las manías y los defectos.
Y así fue como consiguió volverme loca.
Esa risa tan suya capaz de hacerme olvidar de todo.
Sus ojos verdes, y sus miradas intensas.
Su forma tan peculiar de caminar excesivamente rápido, y de quejarse constantemente de que yo voy demasiado lento.
Sus bromas, cuya finalidad es alterarme.
Sus manos perfectas y sus 'yo nunca llevo reloj'.
Su cabezonería y sus enfados, capaces de sacarme de mis casillas.
Esos '¿dónde comemos hoy?' Seguidos siempre de un 'no sé'.
Eso de 'vamos a ver una peli' aún sabiendo que nunca la terminaremos de ver.
Esa manía suya de mirar cada moto que pasa, y de criticar el modelo.
Esa rabia constante cuando me disgusta mi físico.
Eso de tenerlo todo completamente ordenado, y así sentirme un desastre.
Él es calma mientras yo soy huracán.
Y sé que somos diferentes, que le saca de quicio mis ganas de quedar por encima, mi desorden absoluto, mis enfados de niña y mis 'eso ya lo sabia'.
Pero así nos enamoramos, así enloquecimos hasta no poder llegar a vivir el uno sin el otro.
Porque cada tormenta, necesita su calma.
Y yo, nací por y para él.

SM.

viernes, 8 de enero de 2016

Depresión

Depresión no es siempre llorar bajo la ducha mientras se te corre el rímel y escuchar canciones tristes en la cama. A veces, es pasarte días sin querer hablar con absolutamente nadie, y otras veces es necesitar estar rodeada de personas constantemente. A veces, depresión es no tener hambre aún que lleves días sin comer, y otras, en cambio es comerte todo lo que hay en la nevera.
Depresión no es que tu novio te abrace y te diga que todo va a salir bien,  es estar sentada en la mesa en frente de él sin comer, y que te pregunte constantemente qué te pasa, sabiendo que le estás arruinando la tarde porque no eres capaz se ser feliz por un minuto.
Es el sentimiento de frustración por querer desesperadamente pasártelo bien y ser normal por una vez. Es mantener tus problemas en secreto porque no quieres que los que te quieren sufran por ti, es no querer que la gente te mire como si estuvieras rota.
No, depresión no son bonitas imágenes en blanco y negro. Depresión es soledad, es frustración y estar la mayoría del tiempo exhausta,es quedarte sola cuando más gente necesitas a tu lado.
Es pasarte las noches en vela llorando por todo lo que has perdido.
Es el infierno.
Es una muerte lenta, pero asegurada.

SM.

¿Puede ella hacer que tu corazón lata más deprisa de lo que yo podía?

Y cariño, desde que te fuiste, ya no he vuelto a sentir mi corazón latir, ya no siento aquella adrenalina recorrerme el cuerpo, tú te marchaste con todo eso.

SM.

jueves, 7 de enero de 2016

Me miras, y se me detiene el tiempo

Te he visto y te juro que se me ha detenido el tiempo, todo a cámara lenta y sólo puedo sentirnos a ti y a mi. Casi te rozo, casi salgo corriendo a tus brazos, casi salto los escalones que nos separaban para poder abrazarte una vez más. He estado a punto de hacerlo. Hoy me han preguntado qué es el amor verdadero, y yo lo único que he podido hacer, con un nudo en la garganta ha sido sonreír. No he podido evitar pensar en ti, porque para mi, tú eres la definición de ésa palabra. Siempre dije que sino era contigo, si ésto no funcionaba, no volvería a quere buscar el amor, no volvería a creer. Porque sino es contigo, no existe. Qué difícil es decirte adiós después de habernos querido tanto. Has dejado que abra la puerta, me has dejado marchar y ni siquiera me has detenido. Lo único que solíamos detener tú y yo era el tiempo. Y ahora eres tú quien no quiere seguir deteniendo los minutos a mi lado. Sé que va a ser un cambio duro y difícil, llevas mucho tiempo en mi vida y no sé lo que es no tenerte. Yo que deseaba empezar cada año a tu lado. Yo que siempre creí en nosotros. ¿Y sabes qué es quizás lo peor? Que sé que tú vas a poder con todo, que sé que tú eres fuerte, que vas a estar bien, que no me necesitas tanto como yo a ti. Y yo en cambio... Te voy a estar esperando toda la vida. Estés con quien estés, esté yo con quien esté, pase lo que pase y pese a quien le pese. Será que he visto demasiadas películas americanas, y eso de encontrarnos con el paso del tiempo y volver a enamorarse es posible. Yo sigo creyendo en nuestro pequeño infinito. Y perdón, perdón por perder los papeles cuando me sacas de mis casillas, per decir barbaridades, por intentar defenderme. Perdón por no ser lo suficientemente buena para ti. Lo siento. A lo mejor sólo necesitamos tiempo, separados, sin saber el uno del otro. Y quizás así podamos volver a encontrarnos. Porque te aseguro que mi futuro eres tú y rezo porque en éste tiempo no llegue ninguna a ocupar mi hueco. Porque hueco es el que te hago cada noche esperando a que vuelvas. Tatuaste con tu piel un infinito en mi espalda. No quiero ni puedo perderte. Ni perdernos.
PD: Te quiero.

SM.

miércoles, 6 de enero de 2016

Hay días en los que pienso que nací con el corazón roto.

La de la mala suerte

Abriste una ventana despertando una ilusión 
Cegando por completo mi razón 
Mantuve la esperanza conociendo tu interior 
Sintiendo tan ajeno tu calor 
Probé de la manzana por amor 

Quiero ya no amarte y enterrar este dolor 
Quiero que mi corazón te olvide 
No ser como tú, quiero ser yo la fuerte 
Solo te he pedido a cambio tu sinceridad 
Quiero que el amor al fin conteste 
¿Por qué siempre soy yo la de la mala suerte? 

Vienes, me acaricias y te marchas con el sol 
Me duele solo ser tu diversión, no 
Dices que me amas, que no hay nadie como yo 
Que soy la dueña de tu corazón 
Pero alguien más está en tu habitación 

Quiero ya no amarte y enterrar este dolor 
Quiero que mi corazón te olvide 
Quiero ser como tú, quiero ser yo la fuerte 
Solo te he pedido a cambio tu sinceridad 
Quiero que el amor al fin conteste 
¿Por qué siempre soy yo la de la mala suerte? 

No, no pasa nada si el amor no es perfecto 
Siempre y cuando sea honesto 
Y no, ya para que pedir perdón, no es correcto 
No puedo compartir lo que no se me dio 
No soy la dueña de tu corazón 
Yo soy quien sobra en esta habitación, no 

Quiero ya no amarte y enterrar este dolor 
Quiero que mi corazón te olvide 
Quiero ser como tú, quiero ser yo la fuerte 
Solo te he pedido a cambio tu sinceridad 
Quiero que el amor por fin conteste 
¿Por qué siempre soy yo la de la mala suerte?

J&J


martes, 5 de enero de 2016

Lo más doloroso fue ver como me dejaste ir, como no me paraste los pies, como ni siquiera te molestaste en detenerme. Y como dejaste de lado nuestra pequeña historia interminable.

SM.

¿Estás dispuesto?

Jamás encontrarás unos ojos como los míos,
ni una sonrisa que te paralice,
ni unos labios que te deseen,
ni unas caderas causantes de tardes entre sábanas,
ni unas manos tan verdaderas,
ni un carácter tan extrovertido.
Que no,
que por más que busques no vas a encontrar a otra que te haga temblar con tan sólo rozarte.
Que no hay 2 capaces de provocar orgasmos llenos de amor y locura como los míos.
Que no hay nadie capaz de mirarte ni de idolatrarte como yo.
Que no encontrarás a otra con un desorden mental como el mío.
Que no vas a desear a otra como me deseas a mi.
Que no es sólo cuestión de sexo,
es cuestión de adoración.
Que soy musa, callejera y famme fatale.
Y que sí,
que fue un placer desordenar tu vida.
Y ahora dime, ¿estás dispuesto a dejar que otro venga a enloquecer a mi lado?
¿A formar planes de futuro con alguien tan espontáneo como yo?
¿Estás dispuesto a dejar que otras manos rocen y gocen mis caderas?
¿Estás dispuesto a ver como pongo el mundo de otro patas arriba?
¿Quieres de verdad ver como mi risa es motivo de otros ojos?
¿Vas a permitir que otras bocas muerdan mis labios?
Y ahora dime, ¿estás dispuesto a dejarme ir?

SM.

Cuando sepas de mi

lunes, 4 de enero de 2016

Cuando sepas de mi

Cuando sepas de mi tú disimula.
No les cuentes que me conociste,
que estuvimos juntos.
No les expliques lo que yo fui para ti,
ni lo que habríamos sido de no ser por los dos.
Primero, porque jamás te creerían.
Pensarán que exageras,
que se te fue la mano con la medicación,
que nada ni nadie pudo haber sido tan verdad ni tan cierto,
te tomarán por loco,
se reirán de tu pena y te empujarán a seguir.
Que es la forma que tienen los demás de hacernos olvidar.

Cuando sepas de mi,
tu calla y sonríe.
Jamás preguntes qué tal,
si me fue mal ya se ocuparán de que te llegue
y con todo lujo de detalles.
Ya verás...
Poco a poco irán naufragando restos de mi historia
contra la orilla de tu nueva vida.
Pedazos de recuerdos encontrados en la única playa del mundo,
sobre la que ya nunca más saldrá el Sol.
Y si me fue bien...
tampoco tardarás mucho en enterarte,
no te preocupes.
Intentarán ensombrecer tu alegría hechando mis supuestos éxitos como alcohol para tus heridas.
Y no dudarán en arrojártelo a quemarropa.
Pero de nuevo,
te vendrá todo como a destiempo,
inconexo y mal.
Qué sabrán ellos de tu alegría...
yo que la he tenido entre mis manos,
y que la pude tutear como quien tutea a la felicidad.
Pero ellos...

A lo que iba.
Nadie puede imaginar lo que sentirás cuando sepas de mi.
Nadie puede ni debe,
hazme caso.
Sentirás el dolor de esa ecuación que creíamos resuelta,
por ser incapaz de despejarla hasta el final.
Sentirás el incordio de esa pregunta que jamás supo cerrar su signo de interrogación.
Sentirás un ¿Qué hubiera pasado si...?
Y sobre todo,
Sentirás que algo entre nosotros continuó creciendo,
incluso cuando nos separamos...
Un algo tan grande,
como el vacío que dejamos al volver a ser dos.
Un algo tan pequeño,
como el espacio que un la acaba siempre cediendo a un no.

Pero tú aguanta,
resiste,
hazte el favor,
háznoslo a los dos.
Que no se te note,
que nadie descubra esos ojos tuyos subrayados con agua y sal.

Eso sí,
cuando sepas de mi,
intenta no dar portazo a mis recuerdos.
Piensa que...
llevarán días,
meses,
o puede que incluso años vagando y mendigando por ahí.
Abrazándose a cualquier escusa para poder pronunciarse.
A la espera de que alguien los cogiese,
los escuchase y les diese calor.
Son aquellos recuerdos que fabricamos juntos,
con las mismas manos con las que construimos un futuro que jamás fue.
Son esas anécdotas estúpidas que sólo nos hacen gracia a ti y a mi.
Escritas en un idioma que ya nadie practica,
otra lengua muerta a manos de un paladar exquisito.
Dales cobijo,
préstales algo...
cualquier cosa.
Aún que sólo sea tu atención.

Porque si algún día sabes de mi...
eso significará muchas cosas.
La primera,
que por mucho que lo intenté,
no me pude ir tan lejos de ti como yo quería.
La segunda,
que por mucho que lo deseaste,
tú tampoco pudiste quedarte tan cerca de donde alguna vez fuimos felices.
La tercera,
que tu mundo y el mío siguen con pronóstico estable dentro de la gravedad.
Y la cuarta,
por hacer la lista finita,
que cualquier resta es en realidad una suma disfrazada de cero.
Una vuelta a cualquier sitio menos al lugar del que se partió.
Nada de todo ésto debería turbar ni alterar tu existencia el día que sepas de mi.
Nada de todo ésto debería dejarte mal.
Piensa que,
tú y yo pudimos con todo.
Piensa que todo se pudo
y todo se tuvo hasta el final.

Me basta con saber,
que algún día mi nombre volverá a rozar tus oídos y a entornar tus labios.
Esos que ahora abres ante cualquiera que cuente cosas sobre mi.

SM.




domingo, 3 de enero de 2016

¿volverías?

Supongamos que... No hay día en que no me acuerde de ti, y cada vez que te pienso tenga que distraerme para poder parar.
Supongamo que me atrevo a decirte algo.

¿Reaccionarias?

¿Crees que merece la pena empeñar mi orgullo? ¿Empeñar la poesía?

Supongamos que... desaparece aquel mes, aquel fin de semana. Supongamos que aquello no acabó conmigo. Supongamos que quiero ir de nuevo a la estación e intentar captar una imagen mientras llega el tren... Y tú con él.

Y ahora... ahora supondré que tú aún no me has olvidado, que no has borrado ni una sola fotografía mía, ni un sólo mensaje... ni una sola carta... Que tu intención no era la de alejarme matándome poco a poco. Que aún queda esperanza, que no la hemos desperdiciado toda.

¿Marcarías mi número?

Son las cuatro de la mañana de cualquier día de enero y es tu silencio el único que me despierta al caer la noche. Es tan difícil conciliar el sueño después de habértelo regalado a ti. A veces pienso en llamarte, o escribirte para que me lo devuelvas. Echo tanto de menos a la persona que solías ser antes... antes de convertirnos en la mitad de todo, de nada.

Sin ti me sobran la mitad de mis risas, los cinco minutos de más después de apagar el despertador, una cucharada doble de azúcar en el café, media botella de butano al ducharme. Me sobra la mitad de la cama, de la almohada, del sofá. Sin ti las películas las veo enteras y eso de pedirte la toalla al salir de la ducha sólo para que me acabes mirando dos segundos más, ha dejado de ser mi estrategia para que me quitaras la toalla y acabar haciendo poesía debajo de las sábanas.

Y sin embargo, te fuiste.

Y sólo me queda suponer que a ti también te sobran las mismas mitades, que tú también echas de menos mis manos cuando tienes frío, y que Málaga es la mitad de bonita desde que ya nadie ve nuestros besos en mitad de las calles.

Sigo parándome delante de cada tienda de libros esperando que me tires del brazo entre risas y me digas 'venga, no mires, vámonos'. Sigo notando tu nombre en mi nuca cada vez que me recojo el pelo y sigo notando tus dientes en cada marca que dejaste en mi clavícula.

Ojalá decir que te grabaste en mi piel fuera sólo una metáfora más.

Ojalá decir que te llevaste mi corazón... No fuera tan real.

Lo echo de menos, ¿sabes?. Echo de menos oírlo latir al otro lado de mi pecho. Acunarlo por la noche y leerle una de mis poesías para que cogiera el sueño.

Mi amor,
léele
una
de
mis
poesías.

Que sólo la poesía sabe describir en versos.

Lo mucho que a ti...
también,
te
echo
de
menos.

SM.