Seguidores

lunes, 30 de mayo de 2016

Tic tac, tic tac.
El reloj suena,
pero los minutos no pasan
y mi corazón a penas late.
Late al ritmo de mis lágrimas recorriendo mi mejilla.
Palabras que duelen,
que desgarran,
que cortan,
que matan.
Demonios que vuelven a florecer,
pensamientos que vuelven a renacer.
Mis pulmones casi no respiran,
casi no viven.
Diles que paren,
que me están rompiendo,
que veo las grietas asomar de nuevo.


martes, 17 de mayo de 2016

Salvavidas

Hay días en los que no le encuentro ningún sentido a mis ganas enormes de salir corriendo.
Que se apagan,
que no están.

Si cierro los ojos,
me echo de menos.
¿Y cómo coño puedo ser optimista?
Si no encuentro salida a este tornado de ideas,
si la ciudad de mis sueños está cada día más gris,
si la persona que amo está cada día más apagada.

Si cierro los ojos siento impotencia,
todo se me está desmoronando,
todo se le está desmoronando
y yo no puedo hacer nada.

Quiero ayudar,
quiero gritarles a todos esos que nunca confiaron en mi,
que ayer estaba ganando,
que logré hacer que mis demonios se fueran,
no se donde,
pero se fueron.
Pero hoy...

He visto llorar a personas que creía invencibles,
he visto como el chico más rompecorazones tenía el corazón más partido.
He visto como la persona más fuerte se desmoronaba,
y yo...
yo no pude hacer nada.

Carpe diem,
eso me repiten todos.
¿Pero cómo cojones voy a vivir el momento,
si he sido testigo de huidas?

No quiero quedarme dormida,
porque temo perder la oportunidad de mirarle a los ojos,
de tocarle,
y no haber podido arreglarle.

Porque yo ayer estaba rota,
pero hoy...
Hoy veo como él se rompe.

Y yo hoy...
solo quiero salvarle.

SM.