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sábado, 28 de noviembre de 2015

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Eso es amor, o es la mayor putada del siglo

Y joder, a pesar de haber pasado los mejores 20 putos minutos del día,
en cuanto él se fue,
volvió a llorar.
Y no sabía si era por recuerdos,
por nostalgia
o por gilipollas.
Pero ver que ahora se comportaba con ella como se comportaba con todos los demás le rompió el alma en infinitos trozos.
Que ella ya no era la excepción, joder... pobre corazón roto.
Y si, sigue habiendo magia, sigue habiendo amor, siguen los besos apasionados.
Pero él... él ya no es el de antes. O tal vez si, sólo que ya no es quien era con ella.
Y ella... ella sigue exactamente igual de enamorada que el primer día.
Y eso, o es amor, o es la mayor putada del siglo.

SM.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Para quien lo lea

Querido Santa Claus:
Queridos padres:
¡Qué coño!
Tú, si tú, que me estás leyendo; te voy a escribir a ti, ya que todo lo demás son fantasías.
Voy a ser totalmente sincera, así que sino te gusta, deja de leer ya. ¡Pero ya de ya!
Éste año no he sido tan buena como quizás estés esperando escuchar.
Si, me he portado mal demasiadas veces, (soy adolescente, no me juzgues, siempre me equivoco).
He bebido más de la cuenta, he bailado hasta altas horas de la madrugada, he ido en sentido contrario al mundo, he gritado en medio de las noches, he mirado con cara de asco a todo aquel que se lo merecía, he dejado brotar la sangre de mis venas y sí, he roto, y he dejado que me rompan el corazón en trozos incalculables.
¿Vas a juzgarme?
Me he vuelto a pintar los labios de color rojo, para volver a ser el centro de las miradas. Yo lo llamo metáfora, porque es sinónimo de muerte.
Me han preguntado por mi vida y no, no he contestado, simplemente me he reído. Yo ya estoy cansada de dar explicaciones.
Le he dicho a mi madre que me iba, y que no pensaba volver.
He sentido ganas de saltar desde el más alto de los acantilados.
Me he metido en la ducha, me he sentado y he dejado correr el agua por mi espalda mientras lloraba, sólo para poder confundir mis lágrimas.
He perdido mi frialdad, me he vuelto sensible.
Y a pesar de todo, voy a ser egoísta y voy a pedir un regalo para éstas navidades.
Voy a pedir oportunidades, voy a pedir personas.
Sí bueno, sé que es imposible. Pero, ¿soñar es gratis verdad?
Quiero una máquina del tiempo, pero no para arreglar errores del pasado, para avisar de lo rota que iba a estar después.
Pido congelar momentos, para así poder mirar a los ojos eternamente,
Pido paz y tregua a mi cabeza, que ya está bien, ya ha sido lo suficientemente cruel en estos 17 años.
Quiero una nueva infancia, donde no tenga que madurar antes de tiempo.
Quiero que le pidas que vuelva, que a mi ya no me hace caso. Que le digas de mi parte que he cambiado, que ya soy lo que espera de mi. Que le recuerdes el pasado, y le enseñes todas esas promesas que una vez nos hicimos. Que le enseñes fotos hechas por el destino, donde se vean nuestras miradas y sonrisas de enamorados. A mi aún me brillan los ojos al recordarle.
Dile que le sueño y le pienso cada minuto del día. Recuérdale todos los destinos que nos quedan por visitar.
Dile que le echo de menos, que no quiero pasar sola éstas navidades, que quiero empezar el año nuevo a su lado, de la mano.
Que él es mi mejor regalo.
Dile que le espero bajo el árbol.
Ah bueno si, y lo típico; paz, amor, mucho amor, y salud para todos.

ATT: una Musa Callejera, rota, pero callejera.


SM.


domingo, 22 de noviembre de 2015

Ni muñeca ni amor

Creo que lo que más me dolía era no poder seguir adelante.
Estar estancada en algo que me está consumiendo.
Y no sé qué quiero, si seguir luchando o si valorarme y darme por vencida.
Porque sé que hay otra que apodera tu tiempo, ese que antes era todo mío.
Y yo, mientras aquí, ahogándome en lágrimas.
¿Pero eso a quien cojones le importa?
La peor parte fue perderte y perderme.
A lo mejor, el día que diga basta, será el día que te des cuenta de todo lo que he estado haciendo por ti, y ésta vez eres tú cariño, el que no ha sabido valorarlo. Valorarme.
A lo mejor yo ya no soy quien apodera tus sueños, tus pensamientos, tus deseos, tus sonrisas.
Y creo que me he cansado de ser ese juguete al que sólo acudes para deshacer ese deseo.
Porque yo, yo soy de las que hace el amor,
               [follar no es cosa de sentimientos]
Cada día tus abrazos me transmiten menos, y creo que ese es lo que verdaderamente me asusta.
En fin, no soy ninguna muñeca hinchable, ni unos labios de pega. Soy persona, soy esa chica a la que solias llamas 'el amor de mi vida' y a la que hoy no te importa romper.
¿No recuerdas cuando eras tu quien me recomponia el corazón?
Si, es una ironía ver que hoy eres tu que lo apuñala.
Yo ya no estoy para juegos cariño, yo hoy, me hago mujer.

SM.

sábado, 21 de noviembre de 2015

AM

04:15 AM

He vuelto a soñar contigo;
todo se arreglaba y volvíamos a ser como antes.
Lo siento, te echo de menos.

SM.

Al rojo vivo

Hay un viejo poema de Neruda por el que siempre me he sentido cautivada, y una de las lineas que tiene me ha marcado desde la primera vez que la leí. 

"Es tan corto el amor, y tan largo el olvido"


Es una linea con la que me he sentido muy unida en mis peores momentos, cuando necesitaba conocer a alguien más que sintiese lo mismo, cuando intentaba seguir y revivir momentos que realmente no han existido nunca. Son esos momentos en los que veía chispas que nunca estuvieron, sentía que las estrellas se alineaban a mi favor aunque no tenía ninguna prueba de ello, veía mi futuro antes de que pasase, y después notaba que todo se escurría sin ningún aviso. 

Estos son momentos en los que encontraba la esperanza, la extrema alegría, la intensa pasión, el deseo y en algunos casos, la imposibilidad de pensar en un fracaso. Todo en estos recuerdos se asemeja a lo mismo. Veo todo esto  brillante, quemando, al rojo vivo.

Mis experiencias en el amor me han enseñado lecciones muy difíciles, especialmente esas con ese amor que alcanzaba la locura. Las relaciones al rojo vivo, las que pasaron de cero a cien kilómetros por hora y que después, chocaron contra una pared y explotaron. Fue horrible, desesperante y aterrador. Cuando todo se calmó, quedó algo nuevo de lo que no he conseguido deshacerme. 
Hay algo que decir sobre eso de ser joven y necesitar a alguien de esa manera, saltas de cabeza sin mirar primero. 
Siempre hay algo que aprender sobre la espera de un tren que nunca llega. Siempre hay algo por lo que estar orgullosa al seguir y darse cuenta de que el amor de verdad brilla como el oro, como una estrella clara. No desaparece o explota espontáneamente. 
Puede que escriba una página entera hablando sobre ese tipo de amor si lo encuentro alguna vez, pero esto sólo es sobre ese tipo de amor en el que recientemente he caído y del que no he conseguido salir. 
Un amor que me enseñó, que fue triste, bonito y trágico al mismo tiempo. 
Pero sobre todo, esta nota es sobre el amor que sentí al rojo vivo. 



El amor es un juego despiadado, a no ser que juegues bien y con todas las reglas. 

jueves, 19 de noviembre de 2015

domingo, 15 de noviembre de 2015

Todo lo que nunca podré decirte en cinco pasos.

Qué guapo está hoy mi corazón para estar tan roto,
y qué bien te quedan estas letras,
puestas delicadamente en tus pestañas
que son como el telón de la gran obra de tus ojos.
Perdóname,
pero ya sabes que soy chica de metáforas
aún que en realidad,
decir eso,
es un eufemismo.
                                      [Cuando en realidad lo que soy es una cobarde]
Una cobarde por no saber escribir claro,
no atreverme a acercarme a ti,
y decirte,
que eres lo más bonito que he visto alguna vez pisar éste suelo.
Territorio que aún no he conquistado.
Porque a mi eso de tener los pies donde hay que tenerlos,
nunca se me ha dado nada bien.
Y es que sueño tanto,
que a veces pienso que en mi vida no existe presente,
sino ilusiones que ahogan el tiempo.

Lo primero que he aprendido de esta historia,
nuestra supongo,
es que el pecho izquierdo siempre va a doler más que cualquier otra parte del cuerpo.
Será por fisonomía o metáfora,
pero estás vendido si se clava ahí la flecha de Cupido.
Que sí,
que es de Cupido,
pero seguirá siendo una flecha
y duele.

Lo segundo es,
que si echar de menos ya es de por si jodido,
imagínate echarte de menos a ti.
Cuando en realidad tendríamos que echarnos de más,
pero de sonrisas.

Llámame ilusa,
soñadora,
idealista y mentirosa
por venderte que el amor si existe.
Pero nunca,
por favor,
me obligues a quemar mi bandera.
Porque si defiendo una locura así,
si te afirmo una y otra vez que la torre Eiffel ha sido más testigo de besos que de huidas,
que el Sena y sus orillas son escenario de poemas
y que tu y yo podríamos ser
verso
y
musa.
Es porque lo tercero que he aprendido,
es que yo empecé a buscar en tus labios,
la racionalidad de algo tan loco como el palpitar de éste corazón.

Y lo cuarto,
es que ya va siendo hora de salir de mi escondite, ¿no?
y correr a buscarte.
Es el momento perfecto,
para abandonar el salva vidas
y aventurarme a tirarme al mar en mitad de la nada.
Que no será nada,
porque estarás tú,
y lo será todo.
Que no será escondite,
porque estarán tus brazos
y eso...
eso sí que es magia.

Por último,
decirte que el cinco siempre ha sido mi número de la suerte.
Y es por eso,
por lo que te digo,
que lo quinto que quiero susurrarte,
es
que te quiero.

SM.

jueves, 12 de noviembre de 2015

Me tachan de rebelde

Hoy he soñado que volvías,
que te dormías
entre mis brazos cada noche,
sin reproches.
Me decías,
niña
deja de buscar un abrazo entre mis piernas,
déjame encontrarte.
Déjame dibujar constelaciones
en la piel de tu espalda.
Y recorrer
cada
rincón
de tu cuerpo.
Y yo,
tan idiota,
no supe valorarlo.
Quiero encontrarlo,
sí,
todo
aquello
que dejé escapar.
Volvamos a anclarnos,
volvamos a enamorarnos.
Juguemos a reír,
a descubrir
todo aquello que dábamos por perdido.
Déjame llevarte a lugares prohibidos.
Donde

y
yo
perdamos el control.
Vamos a prometernos infinitos
y a construirlos.
Acabaré componiendo canciones
con cada uno de los latidos de tu corazón.
Y así vamos,
sístole y diástole,
subidas y bajadas.
Voy a tatuarme tus pulsaciones.












Perdámonos entre las sábanas
y volvamos a encontrarnos detrás de cada gemido.
Tú tan Sol...
yo tan Luna...
Pero que les jodan a los mitos.
No necesito creer que ésto es imposible.
Porque me tachan de rebelde
por impartir justicia
no es mi culpa querer cambiar el mundo,
que vivamos en una mentira,
quiero ser realista.
Y la realidad
la encuentro
en
cada
uno
de
tus
ojos.
Soy romántica,
y creo en un nosotros.
Pero en fin...
Hoy, he soñado que volvías.

SM.

martes, 10 de noviembre de 2015

Que no me quiero imaginar diciendo "un placer haberte perdido."

Y cuando llegaba hecha polvo me decías...
"te pienso arrancar la ropa"
Y tiraste tanto que te llevaste también el corazón.
Con razón éramos amantes de las ruinas.

Que cuando estábamos en un pozo sin fondo,
en lugar de morder el polvo,
nos lo echábamos.

Porque sueño, no estoy loca.

Ya he dado la vuelta a tu cuerpo en 80 días,
y ahora me da por pensar cuando decías,
que lo único que dura siempre
son los recuerdos.

Que triste es todo desde que no estás.
Desde que no soy tu sastre de sonrisas.
Desde que no veo la tuya me he dado cuenta de que,
las sonrisas,
son
risas
que se pronuncian en silencio.

Joder... lo siento.
No era mi intención atraparte en un verso,
convertirte en mi universo,
desear darte un beso cada mañana.
                                                             [Y querer verte dormir aquí]
Siento desear tan fuerte que arda todo el asfalto que hay entre tú y yo.
Como odio pelearme con la razón,
me dice el corazón todas las noches.
Ojalá entendiera que ésto es un caso de amor o muerte,
me repite.
 Cómo le explico yo ahora a él, que si no estás,
que si te vas,
su única función es bombear sangre.

Que yo lo que quería,
era que me invitaras al baile de tus caderas en frenesí.
Que sí, que quiero romper todos los miedos que encarcelan mi vida.
Que si me daban a elegir, me quedaba con tu boca.

Que a veces querer es morir,
para que otro viva.

Joder, no... no.

No quiero que busques esta sonrisa en otras bocas,
no quiero que beses otros cuellos como me besabas a mi,
no quiero que temas perderla, como temías perderme a mi,
ni que me busques en los pliegues de tus sábanas
después de correrte con otras,
                                                          [Con la esperanza de encontrarme ahí y arrancarme un  abrazo]

No, no te enamores,
ni te olvides de mi.
No me escribas una carta de despedida,
ni me digas que he sido lo peor que ha pasado por tu vida.

Que no me quiero imaginar diciendo,
"un placer haberte perdido."

Que el dolor va a seguir siendo mío.

Así que no... no te vayas.

SM.


Pasado

Te dejo un trozo de huesos,
con el que lloro cada vez que lo leo
porque me siento demasiado identificada.

Te dejo eclipse,
lo llaman amor al rap.

Te dejo amar a Marilyn y a su falda ajustada.

Te dejo conocerme,
conocerte,
conocernos.

Te dejo problemas,
vida,
sonrisas.
Algo con lo que desahogarte.

Te dejo desastres,
vértigo,
lecciones.
Es más o menos cómo se encuentra mi vida
en éste preciso momento.

Porque pasar página es cerrar libro,
y nadie me ha dado instrucciones para empezar calendario.

Soy,
aunque a veces no esté
y eso te lo debo.

Te debo.
Te debemos.
Te dejo.
Te dejamos
naufragare por ésta fantasía
a la que llaman poesía.

Te espero en la 338.

SM.

He abierto el libro, y varios meses después me he vuelto a encontrar con el pasado.
Que estoy en tal punto, que sin ni siquiera preguntarme me dicen:
- Toma, tú lo necesitas leer más que yo.
Y joder... ¿tan transparente soy?
Pero agradezco el intento de ayuda, agradezco que me quieran salvar.
Porque yo sola, no puedo.

domingo, 8 de noviembre de 2015

Hasta altas horas de la noche

Se veía acorralada, no sabía que hacer.
Todo lo que hacia siempre estaba mal y joder... como dolía.
Le daba miedo quejarse por temor a quedarse sola, a que desapareciera y no volviera jamás.
¿Dónde está esa niña que se comía el mundo?
¿Dónde has escondido tu carácter princesa?
Ella no podía hacer nada, y se sentía acorralada.
Mientras él, con su mirada de incertidumbre, deambulaba por las calles, hablaba hasta altas horas de la noche.
Sin ella...
Con otras...
Y dolía,
y duele.

SM.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Y duele, como duele

Estaba rota, tan rota que cada vez que abría los ojos lloraba.
Y ella intentaba seguir pisando fuerte, pero la habían destruido, tanto que se olvidaba de mirarse al espejo, que vivía envuelta en ojeras y no encontraba el camino a la felicidad.
Lo único por qué lo merecía la pena luchar le mataba cada segundo del día.
Y ella moría en pensamientos.
Como duele...

SM.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Alma rota

Deambulaba por los pasillos como alma en pena... vacía, rota, sin vida...
Se miraba al espejo y sólo veía precipicio.
Volvió a vicios que ya creía tener superados.
Lo que ella no entendía, era como podía verle (a él) tan risueño, tan vivo.
A ella ya no le quedaban fuerzas ni para intentar aparentar una sonrisa.
Y él... Ya con sustituta en mente... regalando esos abrazos que le pertenecían a ella. (A mi)
Ella... Que necesitaba de su mirada, sólo a rompía al ver como otras se llevaban lo que era suyo...
Ella...
Él...
Yo...
Tu...

SM.

martes, 3 de noviembre de 2015

Juro que...

Juro que te escribo llorando.
Y pensando en cada minuto pasado a tu lado.
Juro que me muero de pena,
al pensar en un punto y final.
¿Qué cojones nos ha pasado, si éramos felices?
Te echo de menos, pero también echo de menos cómo éramos antes de matarnos con palabras.
Y te quiero, como tantas veces te he dicho, pero también quiero recuperarme.
No puedo mirarte a la cara, porque me derrumbo.
Me hundo
no puedo.
Nos perdimos,
nos quisimos.
Nos queremos.
SM.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Crónicas de un lado oscuro

El médico se sentó a su lado y le dijo:
-Has estado al borde, al borde de la muerte.
Ella sonrió, pero con una de esas sonrisas apagadas y con la mirada perdida.
-¿Por qué no me has dejado morir?-Preguntó con recelo.
El médico sorprendido por la frialdad de sus palabras le contestó:
-Porque es mi trabajo.
Ella cerró los ojos, suspiró y rompió a llorar.
Pensó en todos esos momentos en los que siempre había deseado su ausencia, en todas esas sonrisas falsas que se dibujaba en la cara cada mañana, pensó en el amor de su vida y en cómo una mañana ya no estaba. Pensó en su mísera vida y en cómo hubiese deseado desconectar las máquinas.

SM.