Son los pequeños detalles los que marcan la diferencia.
Son los besos robados, las sonrisas después de las lágrimas, lo abrazos de reconciliación.
Son los susurros, las caricias, y las miradas.
Son esas ganas locas e incontrolables de seguir luchando aún cuando hay tormenta.
Son minutos, días e incluso años.
Son formas de amar, locamente, pero de verdad.
SM.
No hay comentarios:
Publicar un comentario