Y yo que te regañaba y te decía que no me mordieras, que me dejabas marca.
Y hoy tu boca ya no me roza... Y la marca no se borra.
Tú que tienes esa habilidad de alterar mi corazón sin ni siquiera tocarme.
Y sí, me he arruinado la vida perdiendote.
Y dices que quizás ya sea tarde... ¿Pero qué coño va a ser tarde si aún nos queremos con todas nuestras putas fuerzas?
¿Tanto te cuesta perder el orgullo por una vez, y decirme que me quieres y que me echas de menos?
SM.
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