Seguidores

sábado, 2 de enero de 2016

Y aquí estoy, deambulando por las orillas de mi cama

¿Tan marcadas tengo las ojeras?
¿Tan desaliñada voy?
¿Tan falta de vida estoy
que cualquiera que me ve me mira con lástima?
Llevo 24h sin salir de mi cama,
sin abrir las persianas de mi habitación,
sin poder dejar de brotar lágrimas de mi ojos.
Mi familia no se atreve a abrir la puerta de mi habitación,
y se limitan a dejar platos de comida en mi escritorio.
                                                           [Los que ni siquiera me molesto en tocar]
Voy deambulando por las orillas de mi cama
recordando como solías coger sitio en mi colchón,
aún puedo oír tus carcajadas.
Si cierro los ojos puedo ver tu sonrisa,
puedo contemplar tu cuerpo,
puedo aspirar tu aroma.
Tengo los ojos hinchados,
y no me importa ya que la gente se me quede mirando por ello.
No sé cuánto tiempo más voy a seguir así,
sólo pido tregua.
Ya no me queda ni un sólo motivo por el cual seguir luchando y hacer el esfuerzo de levantarme de la cama.
He perdido el último rayo de fe que me quedaba,
y eso que no soy chica de creencias.
En lo único en lo que realmente creía era en nosotros,
y mira ahora,
tampoco existimos.
Me he convertido en tu recuerdo quizás más doloroso,
o en tu amor más puro.
Pero sólo soy eso,
un mísero y débil recuerdo.
A pesar de mi ateísmo,
por ti,
por nosotros,
he dedicado 2 meses de mi corta y dolorosa vida en rezarle a la nada,
simplemente para poder aferrarme a algo con tal de que vuelvas.
Aún puedo recordar cómo brotaban las lágrimas de tus ojos.
                                                                                  [Y te aseguro que me quema cada vez que lo recuerdo]
Puedo asegurarte que ya nadie cree en mi,
ni en mis dolores.
Supongo que los míos temen que vuelva a brotar mi lado oscuro,
pero lo que no saben es que ya no queda nada en mi.
Que tú te lo llevaste todo.
Te prometo que cada lágrima que ahora mismo recorre mi mejilla es de amor verdadero.
Y sólo deseo tu regreso.
Despertar y que me digas
"Cielo, me equivoqué, ¿empezamos de cero?"
Qué pena de mi y de mis ridículos pensamientos.
A ver corazón, deja ya de latir,
¿no ves que ya no va a volver?
¿Que ya no te pertenece?
Y dime corazón, dime por favor que tú tienes las mismas ganas de apagarte que yo.
Que cuando a él le decía que sin él me moría que iba en serio.
Que me estoy apagando.
Y sólo espero,
que con el tiempo,
corazón,
dejes de latir.
Dejes de doler.

SM.                      

No hay comentarios:

Publicar un comentario