Supiste como ordenar toda mi vida, esa que estaba patas arriba, y nadie sabía como controlar. Supiste como curar mis cicatrices mal curadas, como restaurar las pequeñas grietas que en mí habitaban.
Tu... dueño de todos los latidos de mi corazón... ¿Me concedes éste baile?
Gracias, por el simple hecho de existir.
Por el simple hecho de poder soportarme día a día sin importarte una mierda mi locura.
Tenía miedo.
Tenía miedo de que te apoderaras de mis sentimientos y los destruyeras con un simple adiós.
Y tengo miedo.
Tengo miedo de dejarte ir, tengo miedo a que desaparezcas y seas sólo la mejor de mis pesadillas.
Pero tengo algo bastante claro.
Te quiero para toda la vida, y no me ando con tonterías cuando te lo susurro. Y es que eres todo lo que siempre quise tener.
Gracias de nuevo, por besarme con ternura.
Por dirigirte a mi cuello sin miedo a perderte en él.
Por regalarme tu sonrisa.
Gracias joder... gracias.
SM
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