Ella y sus ganas

Tenía ganas de gritar,
de gritarle de una vez al mundo.

Su problema se escondía en su tímida sonrisa.
Pero parecía perfecta.

Nadie podría desenredarle el nudo de la garganta, ni besarle las ganas de vivir,
ni amar sus ideas.

Era demasiado alocada para ésta sociedad.
Demasiado viva.

Odiaba mirar al suelo,
se sentía pequeña.

Era madrugadora y creativa.
Pero a la vez muy calculadora.

Adoraba mirar a las estrellas e intentar encontrar su lugar.

Era un pequeño huracán de energía.
Una pequeña tormenta de placeres.

Una sonrisa perdida por las calles.
Una mirada hundida.
Una chica callejera.

SM.