Para ti, quien me ha enseñado
que la primavera es una estación del corazón.
¿Notaste cuándo empezó a palpitar tu corazón?
¿Recuerdas la bocanada de aire que estrenó tus pulmones?
¿Fuiste consciente de la primera vez que tus ojos distinguieron las luces de las sombras?
No.
Así suceden todas las cosas importantes. Las que te dan vida.
De repente, sin avisar.
Y tú, que estabas allí, no te enteraste.
Espectador, ciego, sordo y mudo de tu propia existencia.
Mi corazón empezó a palpitar cuando te acercaste. Y no lo noté.
Me regalaste aire limpio para que pudiera respirar. Y no lo recuerdo.
Mis ojos descubrieron la belleza gracias a tu generosidad. Y no fui consciente.
Nací al amor por ti. Y no lo supe.
Así suceden las cosas importantes. Las que te dan la vida.
De repente, sin avisar.
Y yo, que estaba allí, no me enteré.
Espectadora, ciega, sorda y muda de mi propia existencia.
¿Me vas a castigar por ello?
De aquí a la Luna y vuelta, te quiero.
SM.
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