Hoy me he sentido llena, con ganas de sonreír a todo aquel que se cruce por mi camino.
Media hora de su valioso tiempo ha bastado para volver a ser yo.
Ella y sus miradas tiernas.
Te debo el alma.
Se ha sentado a escucharme, sin ninguna intención de juzgarme.
Me ha sonreído cuando mis lágrimas estaban a punto de rebosar.
Se ha dedicado a recordarme lo que me admira, cuando no sabe que para mí, ella es mi ejemplo a seguir.
Ha descifrado mi código de enigmas y se ha unido a mi naufragio.
"Eres perfecta" eso me decía. Y... No sabes lo ridícula que me he sentido al oír esas palabras salir de su boca.
Cuando ella... cuando ella tiene la mirada más sincera y el alma más limpia.
Nunca antes había escrito sobre ella... sobre una chica que llegó como otra cualquiera.
De esas que nada más conocerte te sonríen y te inspiran confianza.
De esas que te hacen sentir segura.
Me desarman sus palabras.
Ella es mi mentora.
Sólo espero algún día poder llegar a ser la mitad de perfecta que es ella.
Y es que para mí, ella es la chica más guapa, más extrovertida y sincera que he conocido.
Por qué sé que tú si me lees, pienso intentar hacerte sentir al menos la mitad de lo grande que me has hecho sentir hoy.
Cariño, te debo el alma.
SM.
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