La sal del mar escuece en los ojos y yo siempre he sido de abrirlos debajo del agua, no sé si me entiendes.
Eres una mujer. Piel y huesos, carne y venas, pelo y sudor. No estás hecha de metáforas. Ni de disculpas, ni de excusas.
SM.
No hay comentarios:
Publicar un comentario