Benditos ojos verdes

Me he cruzado contigo
y con tus ojos verdes.
¡Bendito laberinto en el que perderse!
He soñado con tu sonrisa a altas horas de la madrugada,
y no he podido evitar leer tus cartas.
He vuelto a llorar al escuchar nuestras canciones,
pero no te preocupes,
ese es mi pan de cada día.
Echo de menos sonreír,
de verdad,
pero...
ya he perdido los motivos y las ganas.
Siento como me vuelvo fría,
como mis días se tornan grises.
Y es que...
Ya no puedo sentir el calor de tus abrazos.
Desearía ser al menos la mitad de fuerte de lo que lo eres tú.
Noto como mi corazón se congela,
para evitar que se siga resquebrajando.
Te echo de menos,
pero eso de echar de menos ya no sirve,
si lo único que busco
es
echarnos
de
más.
He dejado de creer en muchas cosas,
ya no quiero hacerle caso al destino,
porque si de verdad existe,
si de verdad está ahí,
es demasiado cruel.
Y eso del amor...
sino es contigo,
no sirve de nada.
Supongo que eso son ideologías de corazones rotos.
Tan rotos como yo.
Aquí dentro quema,
arde,
y no precisamente por culpa de la pasión.
Duele esto de no tenerte.

SM.