No, la vida no es 9x8

En el colegio y en el instituto te enseñan a cómo multiplicar 9x8, te hacen leer Hamlet y memorizar los 10 primeros artículos de la constitución.
Pero no, no te enseñan a dejar de amar a alguien que ha dejado de amarte, a cómo recomponer los trozos y grietas de un corazón hecho pedazos.
O cómo salvarte cuando un amigo se va sin decir adiós, o cuando un familiar muere porque el cáncer se comió su cerebro.
En la calle he aprendido que el alcohol puede causar tantos problemas como los que resuelve.
Que todos hemos necesitado sentir al menos una vez cómo iba quemando nuestra garganta, en lugar de dejar que se queme el corazón, Para así poder dejar atrás los problemas que inundan nuestras cabezas y así poder resolverlos.
Porque la vida no es 9x8 y tampoco es la forma en la que los autores describen a sus personajes en una historia.
Son esas noches que te pasas despierto porque echas de menos a alguien, deseando que las cosas sean diferentes y al día siguiente te das cuenta de que no puedes hacer nada, y en ese momento es cuando decides levantarte después de estar tanto tiempo abajo.
Porque de eso se trata, pero nadie es lo suficientemente valiente como para enseñártelo, nadie te ayuda cuando estás en la mitad de la tormenta.
Porque todos dicen que necesitas apoyo, pero la verdad es que de lo único que depende estar bien es de uno mismo.

SM.