Ya no me queda nada

Salí por la puerta de tu casa, y mi mundo se desmoronó. Me quedé sin fuerzas para andar, sin fuerzas ni siquiera para mantenerme en pie. Y no me quedó más remedio que caer rendida en la acera.
Mis lágrimas cayeron por mis mejillas con un dolor que nunca antes había sentido.
El dolor de un rechazo.
Saber que no soy la primera de tu lista, que no me has elegido ha sido el momento más duro de toda mi vida.
¿Qué pasa con todo lo que hemos vivido?
¿Qué hago con todos los recuerdos?
Dices amarme, pero si de verdad lo hicieras serias capaz de todo por mi.
Explícame ahora como voy a seguir adelante, como voy a seguir viviendo viéndote día a día con ella.
Mi corazón está completamente resquebrajado y ya no me queda nada.

SM.